Tijuana. Hay una gran indignación por la operación Rápido y Furioso, donde los agentes de ATF dejaron que los grupos criminales realizaran compras encubiertas para conocer los canales de distribución de E.U. Una buena idea muy mal ejecutada. Por causa de la desconfianza que existe entre las autoridades de ambos países y la desorganización burocrática estas armas fueron perdidas y continuaron su camino a manos del crimen organizado, asesinando a personas en ambos lados de la frontera.
En E.U. fue donde se dio a conocer la historia primero, y allá del otro lado de la frontera, es donde se han sancionado y removido a servidores públicos. En cambio, en México no ha pasado nada, aquí seguimos denunciando y alzando la voz por la venta de armas en E.U . Esto es una posición muy cómoda, que inclusive el Presidente ha tomado como arenga.
El problema no es la venta de armas en el vecino país, sino la corrupción e ineficiencia de nuestras aduanas así como la falta de capacidad y corrupción que existe en áreas de la Procuraduría General de la República.
Cada arma que comete un asesinato en México tiene 95% de probabilidad de no haber sido fabricada aquí. ¿Entonces como entro al país? En el caso de Rápido y Furioso ya vimos la facilidad con que estas entraron por nuestras aduanas y al día de hoy ningún funcionario de las adunas ha sido citado o llamado por alguna autoridad. Esta facilidad de cruzar la frontera desde el norte es nuestra responsabilidad y si bien existe un Tratado de Libre Comercio con E.U., no existe ninguna clausula que haga referencia a la libre importación de armas. En este sentido es increíble que E.U. hayan lanzando un proyecto llamado “Gun Runner” para desarticular a los grupos que exportan armas de manera ilegal. Este programa tiene un responsable, cuenta con un presupuesto y rinde informes trimestrales. En cambio, en México, después de seis años no hay un programa de parte de las Aduanas para detener el tráfico de armas, no hay un informe trimestral y menos un responsable visible que se dedique a esta labor.
Hace seis años EU ofreció instalar terminales de “E Trace” en la PGR para facilitar el rastreó de armas en tiempo real con los números de serie y las imágenes de balística. Pero había un inconveniente los analistas tenían que contar con conocimientos básicos de ingles para operar el software. Con argumentos de soberanía nacional y con miedo a que ese software fuera a “intervenir” toda la PGR, el sistema se retraso y retraso en su instalación. Lo que era cierto e inédito es que la PGR no contaba y no cuenta con personal que hable ingles, es increíble que existan altos mandos que no puedan comunicarse con sus contrapartes, cuando el tema de crimen organizado transnacional es el que predomina en la agenda.
La falta de capacidad de la PGR para atender y administrar las averiguaciones de homicidios es una de las razones por las cuales, el asesinato es uno de los crimines con mayor impunidad en este país. Esta batalla y deslinde de responsabilidad entre la PGR y las procuradurías estatales para llevar acabo una investigación con armas de calibre para uso exclusivo del ejercito es una de las razones por las cuales los miembros del crimen organizado pueden cometer asesinatos y aumentar el ejecutometro cada día porque saben que la probabilidad de que se realice una investigación sería es muy baja.
Es una pena que en México sólo sepamos que hubo armas de la operación Rápido y Furioso en Salvacar, pero no sabemos quién fue el responsable en la Aduna, no sabemos porque la PGR tardo tanto en consultar el sistema E Trace, no sabemos si participaron en otros asesinatos, pero eso si tendremos un argumento más a la hora de crear arengas en los foros internacionales, mientras las armas siguen entrando.