Washington. Las economías de varios países del mundo avanzaron el año pasado dos pasos, pero retrocedieron uno, expresó hoy la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
“La crisis financiera mundial continuó sacudiendo al mundo entero, sobre todo a la zona del euro”, puntualizó Lagarde en la introducción del informe anual 2012 de la institución.
Señaló que “muchas expectativas se vieron defraudadas, y hubo muchos casos en que se avanzaron dos pasos, pero se retrocedió uno”.
“En consecuencia, sigue faltando confianza, persisten las tensiones en los mercados financieros y la recuperación aún es endeble”, mientras el desempleo sigue a “niveles inaceptables en demasiadas regiones” y la estructura social enfrenta una presión creciente, recalcó.
Lagarde sostuvo que “es más importante que nunca restablecer la estabilidad económica y financiera internacional y encauzar la economía mundial por una trayectoria de crecimiento sostenido”.
Manifestó que el FMI ha instado a formular una firme estrategia de recapitalización de los bancos europeos, crear un cortafuegos más amplio para reducir el contagio y restablecer la confianza, y utilizar esos fondos para tomar participaciones directas en los bancos.
“Intentamos imprimir equilibrio al debate fiscal, haciendo notar que un exceso de celo a la hora de recortar los déficits presupuestarios podría empeorar la situación económica mundial”, señaló.
Indicó que el FMI continúa trabajando a fin de “mejorar la regulación y supervisión del sector financiero para no regresar al sistema financiero que engendró la crisis”.
En cuanto a la supervisión, el FMI ha puesto más atención en el empleo, el crecimiento inclusivo y la dimensión social, así como las dificultades de los países de bajo ingreso, entre otras razones debido a las fluctuaciones de precios de las materias primas.
El informe del FMI sostiene que el panorama general sigue frágil al citar cifras de abril pasado que proyectan una reducción del crecimiento mundial del 4.0 por ciento en 2011 al 3.5 por ciento en 2012, para luego volver al 4.0 por ciento en 2013.
Señaló, sin embargo, que a escala interna se han ido acumulando vulnerabilidades tras una década de crecimiento vigoroso respaldado por la rápida expansión del crédito o los altos precios de las materias primas.