Ginebra. Relatores especiales de la ONU alertaron que cada año 10 millones de niñas contraen matrimonio antes de los 18 años, lo que las expone de por vida a la servidumbre doméstica, esclavitud sexual y privándolas de su derecho a la salud y educación.
En un comunicado conjunto, expertos de agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenaron los matrimonios precoces que limitan la libertad física, psicológica y sexual de millones de niñas.
En el marco del primer Día Internacional de la Niña, que se conmemorará el 11 de octubre, recordaron que la práctica puede ser tan despreciable que niñas tan jóvenes como de ocho años se casaron con hombres que pueden ser tres o cuatro veces mayores que ellas.
El matrimonio infantil afecta a niñas en todos los países, culturas, religiones y etnias, señalaron los expertos del Comité de la ONU sobre los Derechos del Niño y el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer.
Asimismo, del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas para abatir la discriminación contra la mujer en el derecho y la práctica.
Según el comunicado, 46% de las niñas menores de 18 años están casadas en el sur de Asia, 38% en África subsahariana y 29% en América Latina y el Caribe.
Además, 18% en Medio Oriente, el norte de África y algunas comunidades de Europa y América del Norte.
El matrimonio infantil es una violación de todos los derechos del niño. Se obliga especialmente a las niñas a asumir responsabilidades de las que a menudo no son ni física ni psicológicamente aptas, citaron los expertos.
Las niñas que se ven obligadas a casarse se enfrentan a una vida de violencia en el hogar, donde sufren abuso físico y sexual, de un trato inhumano y degradante, y en última instancia, la esclavitud.
Según los expertos, las niñas que se casan temprano a menudo abandonan la escuela, reduciendo significativamente su capacidad para adquirir habilidades y conocimientos necesarios para tomar decisiones informadas y ganarse la vida.
Lo anterior, indicaron, significa un gran obstáculo para que las niñas salgan de la pobreza en la edad adulta y para el empoderamiento de las mujeres.
Además, las niñas desposadas son más propensas a quedar embarazadas a una edad temprana y, como resultado, se enfrentan a un mayor riesgo de muerte materna y las lesiones debidas a la actividad sexual y la procreación precoces.
Urgieron a los gobiernos a adoptar medidas urgentes para prevenir el matrimonio infantil y todas las formas de esclavitud.
Subrayaron que quienes intenten perpetrarlos deben ser criminalizados, ya que “no pueden justificarse por motivos tradicionales, religiosos, culturales o económicos”.
Esto debe ir de la mano con campañas de sensibilización para poner de relieve la naturaleza y el daño causado por los matrimonios forzados y precoces y programas de la comunidad para ayudar a detectar, brindar asesoramiento, rehabilitación y refugio en caso necesario.
Además, la inscripción del nacimiento debe ser universal para apoyar la prueba de edad y prevenir los matrimonios precoces y forzados.
“Ninguna niña debe sufrir de violaciones de su derecho a la salud, la educación, la no discriminación y la libertad de la violencia física, psicológica y sexual. Ni una sola”, sostuvieron los relatores de la ONU.