Michoacán, en el mapa de riesgos políticos y sociales del país, tiene desde hace tiempo encendidos focos rojos. A la violencia del narcotráfico que ha vivido en el sexenio el estado donde comenzó la guerra del gobierno de Felipe Calderón contra ese flagelo, se le suma el agravamiento de antiguos conflictos sociales y el surgimiento de nuevos problemas políticos y hasta religiosos que no parecen tener control ni de autoridades estatales ni federales.
Paros y tomas de la universidad pública, protestas estudiantiles, violencia en Cherán, asesinatos en Tierra Caliente, cierre de escuelas y tensión en Nueva Jerusalén. Y lo más reciente: el cierre de carreteras y secuestro de camiones y choferes por normalistas del estado, son algunos de los conflictos que dibujan el panorama actual de una entidad que ha perdido en varias de sus regiones la tranquilidad y ahora presenta problemas que empiezan a rayar en la ingobernabilidad.
En medio de toda esa problemática hay un tema que no se ha ventilado públicamente y que incide en la situación de inestabilidad social que vive Michoacán: el estado de salud del gobernador Fausto Vallejo. El mandatario estatal tiene problemas de salud que se han ido agravando y que le impiden, cada vez más, desarrollar a 100% sus funciones. El hecho público más reciente, que confirmó los rumores, fue el desmayo que sufrió en pleno acto con el presidente Calderón el 30 de septiembre durante la ceremonia del natalicio de José María Morelos y Pavón.
El desvanecimiento del Gobernador hizo que se reviviera el debate sobre el estado de salud de Fausto Vallejo, a tan sólo ocho meses de que tomó posesión. Testimonios de funcionarios cercanos refieren que los altibajos en la salud del mandatario son constantes. Funcionarios federales que han participado en varias reuniones con el Gobernador de Michoacán señalan que es común que éste se ausente o no asista a reuniones y en su lugar casi siempre asiste el secretario de Gobierno, Jesús Reyna, con quien se entienden la mayoría de las veces.
De hecho, Reyna es quien realmente está gobernando el estado detrás del Gobernador, ante las vicisitudes físicas de Vallejo, que hasta ahora han sido negadas reiteradamente por el gobierno del estado que desmiente una enfermedad del mandatario.
Pero el hecho es que, mientras el Gobernador se desvanece en público y se ausenta de sus actividades en privado, Michoacán está convertido en un polvorín y la situación se agrava. No pasa semana sin que se encienda un nuevo conflicto. En la misma Secretaría de Gobernación, en el análisis de riesgos, la entidad michoacana ha superado incluso en problemas y conflictos en los últimos meses a estados como Guerrero y Oaxaca, que históricamente acaparan la atención de las autoridades federales por sus constantes tensiones.
En Michoacán, dicen funcionarios federales del área de seguridad, hay la percepción de que en algunas regiones y en algunos conflictos “no hay gobierno” y se percibe ausencia de autoridad. No es normal que tantos conflictos se concatenen y se prendan fuegos y tensiones sociales en distintas regiones y al mismo tiempo.
La pregunta es cuánto tiempo más resistirán esa situación los michoacanos, por cuánto tiempo se les seguirá ocultando información sobre el estado real de salud de su Gobernador. ¿Esperaran un conflicto mayor que cobre vidas humanas o, querrá el PRI hacer que Fausto Vallejo aguante dos años para sustituirlo sin tener que convocar a elecciones?
NOTAS INDISCRETAS… Las negociaciones en San Lázaro por el reparto de comisiones se pusieron tensas porque el PRI no quiere ceder la Comisión de Energía que pretende el PAN. Y es que en esa Comisión se discutirá la reforma a Pemex que ya anunció Luis Videgaray. Los panistas argumentan que el PRI ya se quedó con Energía en el Senado y ahora les toca a ellos presidirla en Diputados. A eso se suma la presión por las amenazas panistas de modificar la reforma laboral para incluir el tema de democracia sindical, a lo que los priistas responden con el amago de congelar la iniciativa preferente si le hacen cambios. Sólo hay acuerdo en que al PRI le toca la Comisión de Presupuesto y al PAN Hacienda, pero en el tema de Energía la cosa está que arde al grado de que se pueden romper negociaciones… Otra Escalera. Los dados traen suerte.