SAN SEBASTIÁN. El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, afirmó ayer que las reivindicaciones independentistas son un “disparate de colosales proporciones” y que constituyen “un torpedo” contra los esfuerzos para superar la crisis que registra el país.
En una intervención en la ciudad de San Sebastián, en la campaña para las elecciones regionales en el País Vasco, que se celebrarán junto con las de Galicia el próximo 21 de octubre, Rajoy presentó a su formación política, el Partido Popular (PP), como la garantía de “estabilidad” frente a las “incertidumbres” separatistas, que son “aventuras que no conducen a ninguna parte”.
“Proponer hoy separaciones y quedarse fuera de todo, de España y de Europa, en la nada, no es ni siquiera una opción ideológica, es un disparate de colosales proporciones y va como un torpedo contra la línea de flotación de lo que hay que hacer para superar la crisis”, señaló.
Las palabras del jefe del Ejecutivo español se producen tras un intenso debate abierto en España después de que el presidente regional de Cataluña, el nacionalista Artur Mas, haya adelantado dos años las elecciones autonómicas para abrir un proceso en el que los catalanes decidan sobre su estatus político en España.
Artur Mas decidió el adelanto electoral para el 25 de noviembre tras una multitudinaria manifestación independentista en Barcelona el pasado 11 de septiembre y después de que Rajoy rechazara conceder a Cataluña un trato fiscal especial.
Cataluña, que aporta 18% al PIB español, afronta como el resto de España las consecuencias de la profunda crisis económica, con un fuerte incremento del desempleo y drásticos recortes sociales que han sembrado el descontento.
Tiene además grandes dificultades para lograr financiación, por lo que ha pedido acogerse al Fondo de Liquidez creado por el Ejecutivo español para las regiones al que pidió prestados 5.023 millones de euros.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, también se refirió a las reivindicaciones independentistas con motivo de los símbolos exhibidos y lemas coreados durante el partido de fútbol entre el FC Barcelona y el Real Madrid este domingo.
Según Margallo, lo ocurrido en el estado del Barcelona “perjudica” la imagen de España. “Un país que ofrece una imagen de división interna en un momento de convulsión como el que vivimos, en un momento en el que todos los países del mundo están compitiendo por los capitales escasos, el ofrecer una imagen de desunión en vez de una imagen de esfuerzo compartido me parece una mala imagen”, añadió.
Además de la exhibición de un mosaico de banderas catalanas, la senyera, en el minuto 17 y 14 segundos el Camp Nou volvió a clamar por la independencia, aludiendo al año 1714, cuando las tropas de Felipe V entraron en Barcelona y abolieron instituciones como la Generalitat o el Consell de Cent e impusieron el uso del castellano. EFE