La Confederación de Trabajadores de México y el Congreso del Trabajo -dos de las centrales obreras más importantes del país- se confrontaron con legisladores por la intención de PRD y PAN por incluir la democracia y transparencia sindicales en el documento que hoy se discute en el Senado.
En una reunión con la Comisión de Trabajo que derivó en intercambio de alusiones entre Javier Lozano y los sindicalistas, Armando Neyra, uno de los representantes de dicho sector en la bancada priista, advirtió que si la minuta se regresa con cambios a la Cámara de Diputados podría ser “archivada”.
Líderes sindicales se manifestaron en contra de la intención de estas dos fuerzas políticas para modificar la minuta de reforma laboral que fue enviada de San Lázaro al Senado con el argumento de que se violaría la vida interna de los sindicatos y de que la legislación actual ya permite la transparencia y la rendición de cuentas al interior de los gremios.
En este sentido y a través de una carta firmada por Joaquín Gamboa Pascoe, líder de la CTM, leída por Neyra, responsabilizaron directamente a Javier Lozano, uno de los más férreos promotores de la iniciativa de Calderón y ex secretario de Trabajo, de agredir a las organizaciones gremiales tanto al impulsar dicha reforma como durante su gestión durante la administración calderonista.
La misiva incluía críticas hacia la gestión de Lozano como titular de dicha dependencia, tales como la “lucha perdida” para traer al secretario del Sindicato de Mineros, Napoleón Gómez Urrutia, acusado de fraude a los trabajadores de la organización, a quien, dictaba la carta, “no le han podido comprobar (nada) y sigue siendo reconocido como secretario general del Sindicato de Mineros”.
Lozano contestó a las alusiones y acusó a los líderes de “amenazar” al Senado por lo que dirigió varias criticas a la postura de Gamboa Pascoe expuesta en la carta.
“Que llegue el presidente del Congreso del Trabajo a amenazar que se va a congelar la iniciativa nos está advirtiendo la línea que le van a dar a los diputados”, afirmó el senador.
Neyra argumentó que el sector obrero del PRI estuvo de acuerdo con la reforma preferente, pero siempre y cuando se respetara el Artículo 123, la autonomía sindical, la contratación colectiva y el derecho de huelga.
En algún momento de la reunión, la cual se prolongó cerca de tres horas, el presidente de la Comisión de Trabajo, Ernesto Gándara, tuvo que pedir respeto en las intervenciones y evitar las alusiones personales entre los participantes.
Lozano reafirmó que la convicción de su fracción parlamentaria será la incluir la democracia y transparencia sindicales de la mano con el PRD y con el bloque formado por Movimiento Ciudadano y el Partido del Trabajo.
Por el PRD, Armando Ríos Piter sostuvo que su fracción se opone a la reforma laboral, sin embargo, calificó de “inaudita” la posición de mandarla a la congeladora si se realizan cambios en el Senado.