En la película Titanic, el personaje de Jack Dawson, interpretado por Leonardo DiCaprio, muere congelado mientras se aferra a una tabla donde permane acostada su novia Rose Dewitt (Kate Winslet), tras el naufragio del transatlántico. Muchos ociosos se preguntan si esa muerte se hubiera podido evitar. Jack se habría salvado si Rose hubiera compartido su espacio con él en la tabla o si al menos se hubieran alternado al ocuparla, dicen.
El director de la cinta James Cameron, admitió que le molestaban esos comentarios y aceptó colaborar en el programa de televisión MythBusters presentado por Adam Savage y Jamie Hyneman, para desterrar de una vez por todas ese mito.
“No es una cuestión de espacio, sino de flotabilidad. Cuando Jack pone a Rose sobre la tabla, él intenta subir también. No es un idiota, no quiere morir. Pero la tabla se hunde. Queda claro que sólo flota cuando hay una persona encima, así que toma la decisión de que sea ella quien viva”, afirmó Cameron.
Sin embargo, los destructores de mitos comprobaron en pleno océano durante un episodio que se transmitió esta semana, que los dos personajes sí cabían en una tabla idéntica a la de la película y que la flotabilidad de la misma aumentaba si se ataba un salvavidas como el que Rose llevaba puesto.
James Cameron mató el ocioso debate: “Si el guión dice que Jack muere, muere. Así que puede que para fastidiar un poco la situación tendríamos que haber hecho la tabla un poco más pequeña, pero el tipo debía morir”. Y murió, y su cadáver se hundió, no se perdió como el de El Lazca.
De los estereotipos al acoso
Jennifer Livingston, es una presentadora de televisión que trabaja para el canal WBKT de Wisconsin. Es guapa y tiene sobrepeso, digamos que no se ajusta al estereotipo de la esbeltez televisiva tan de moda.
La historia se vuelve universal cuando Livingston recibió un correo donde un espectador le reclamó no ser ejemplo para los jóvenes, especialmente para las chicas: “la obesidad es una de las peores elecciones que puede tomar una persona y uno de los hábitos más peligrosos. Espero que reconsideres tu responsabilidad como personalidad de la vida pública local y pases a promover un modo de vida saludable” le dijo el televidente.
Livingston, de 37 años de edad y madre de dos pequeñas, respondió al aire asegurando que está consciente de su sobrepeso, e hizo un llamado para no crear nuevas formas de acoso, de bullying, también de moda, diciendo que es necesario “dar ejemplo a los jóvenes. Somos mejores que ese e-mail. Somos mejores que los bullies que tratan de hundirnos”.
Su video en YouTube va que vuela a las 10 millones de visitas. Le digo, de los estereotipos al acoso de quienes asumen que quienes aparecen en TV son ejemplo de algo. Acá tal vez ya Brozo hubiera amenazado al espectador con partirle su mandarina en gajos, remedio mexicano al que hostiga a una dama.
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