La reforma laboral será un instrumento que permitirá disminuir la deserción escolar en México, pues el 50 o 60 por ciento de los tres millones de estudiantes que anualmente ingresan a las universidades, tendrán la posibilidad de disponer de un ingreso que le permitiría trabajar y estudiar, consideró hoy el Secretario de Educación Pública (SEP), José Ángel Córdova Villalobos.
“Estoy convencido de que va a servir para disminuir la deserción escolar”, aseveró el funcionario en entrevista.
Córdova Villalobos expuso que si bien la educación pública en nuestro país es gratuita, los gastos de traslados, la compra de libros y la propia manutención del estudiante, así como costo de colegiaturas, inciden en la economía familiar. “Por ello, la reforma laboral es fundamental también para el sector educativo”, indicó.
Destacó que una de las principales causas de la deserción es la situación económica de los estudiantes, por lo cual la reforma laboral garantizaría el ingreso de los jóvenes al trabajo, y atacaría frontalmente la deserción en los niveles medio superior y superior.
“Un joven de bachillerato tiene unos 16, 17 o 18 años y en muchas ocasiones su familia requiere del apoyo económico que le pueda brindar, y la Ley Federal del Trabajo, como está actualmente, no permite contrataciones por hora o más flexibles para este sector de la población. Nosotros consideramos que esta modificación, está propuesta, va a ayudar en mucho para que los muchachos puedan ingresar a trabajar y alternen el estudio con el trabajo sin tanta rigidez”.
Córdova Villalobos advirtió que uno de los temas fundamentales en materia laboral es cuando, al terminar la preparatoria o la universidad, los jóvenes se enfrentan a empresas que para contratar a personal solicitan experiencia, por lo que frecuentemente son rechazados.
Ante ello, la iniciativa que se discute en el Congreso de la Unión, “permite reforzar la vinculación entre el sector educativo y productivo.
Es decir, los jóvenes pueden realizar prácticas en el sector productivo desde que están en la preparatoria, y con más razón en la universidad, para que vayan aprendiendo lo que harán posteriormente, lo mismo si son ingenieros, abogados o contadores”.
Calculó que de los tres millones de jóvenes que comienzan la universidad cada año, por lo menos a 50 o 60 por ciento “le iría muy bien” contar con un trabajo inicial, un ingreso, porque esto le garantizaría avanzar y terminar sus estudios.
Así, el secretario de Educación Pública consideró que esta reforma se debe de aprobar lo más pronto posible, porque significa construir escalones para que los jóvenes de bachillerato aspiren a una mejor educación y la continúen en el nivel superior.
Incluso, dijo que un mito que se ha creado en torno a la reforma es que quienes serían contratados por horas se les pagaría el equivalente al número de horas en función al salario mínimo.
Al asegurar que México está en un momento ideal, “dado su crecimiento y estabilidad económica”, Córdova Villalobos consideró oportuno “dar el brinco” hacia la trasformación como un país de primer mundo, a través de las reformas laboral, fiscal, energética y otras, “donde vayamos desechando y erradicando totalmente la pobreza, al generar oportunidades”.
Las oportunidades se generan al haber una mejor economía, tener una mayor flexibilidad en la Ley Federal del Trabajo y, por supuesto, cuidando siempre los derechos de todos los trabajadores, puntualizó.