Entre los focos rojos en materia económica que ha detectado el equipo de transición de Enrique Peña Nieto está el tema de Mexicana de Aviación, señaló el vicecoordinador de esa área, Ildefonso Guajardo, quien dejó claro que sólo se informan sobre el tema para saber qué estatus guarda, porque está únicamente en manos de los tribunales determinar la causal de quiebra.
Otros temas que han visto en las reuniones con el gabinete de Felipe Calderón, como la del lunes de la semana pasada, son la carestía alimentaria, una nueva norma oficial que se está negociando con la industria automotriz y la escasez de gas para la planta manufacturera mexicana que empieza a enfrentar problemas, sobre todo en la zona centro-occidente del país.
Guajardo explicó que se están analizando este tipo de problemáticas que podrían complicar el inicio del próximo sexenio para atacarlas en el plazo inmediato.
El vicecoordinador de política económica dio a conocer que será el próximo año cuando el presidente electo presente las iniciativas de reforma energética y fiscal y comentó que este proceso de transformaciones planteado desde la campaña “se inició anticipadamente con la reforma laboral, con una iniciativa preferente enviada por el presidente Calderón”.
Respecto a Mexicana de Aviación, Guajardo Villarreal explicó que es un tema que les está presentando el gobierno: “La quiebra financiera inminente de la misma y obviamente los pendientes que están en materia de litigio y en materia de la declaración por parte de la juez de la quiebra de la empresa, es un tema que tiene que resolver el judicial en el momento oportuno, dentro de los procesos que le corresponden” y dejó muy claro que no rescatarían Mexicana.
Guajardo señaló que la transición ha sido ejemplar y que se conduce con gran transparencia, disciplina y metodología y explicó que lo que busca el equipo del presidente electo es “darle continuidad a las responsabilidades de gobierno y a los programas más importantes para la población, que no se corten ni se interrumpan”.
Asimismo, comentó que se detectan áreas de riesgo o puntos rojos que se tienen que conocer con anticipación, para empezar a pensar en sus soluciones, además para diseñar la manera en que se cumplirán los compromisos del presidente electo.