BRUSELAS. El líder de los independentistas Nueva Alianza Flamenca (N-VA), Bart de Wever, se alzó ayer con la alcaldía de la capital económica de Bélgica, Amberes, y reclamó al primer ministro de Bélgica, el socialista Elio Di Rupo, una nueva reforma del Estado para dotar a Flandes de más autonomía.
“Lo que hemos hecho hoy es histórico. Hemos llegado a un punto de no retorno en la historia”, afirmó De Wever tras conocer los resultados de los comicios en Amberes.
El N-VA logró el 36.3% de los votos en los comicios locales y regionales celebrados el domingo en Bélgica, y con ello un avance por el que De Wever se mostró orgulloso durante el acto en que se declaró vencedor.
En su discurso, De Wever se dirigió al primer ministro de Bélgica, el socialista francófono Elio di Rupo, para reivindicar que se acometa una nueva reforma del Estado para darle carácter confederal, meses después de que se aprobara la medida más importante de la sexta reforma del modelo estatal belga, como fue la separación del distrito judicial de Bruselas-Halle-Vilvoorde (BHV).
Con su victoria (el 36.3 % con más del 8 % de los votos escrutados), De Wever pone fin a 90 años de hegemonía socialista en la ciudad más populosa del norte de Bélgica, pero también señaló que la formación que lidera “es un gigante con pies pequeños, el partido más popular de Flandes”.
“Los flamencos tenemos que defendernos de la calle de la Loi”, en referencia a la avenida bruselense en donde tienen sus sede la mayor parte de los ministerios belgas”, dijo el alcalde electo, quien subrayó que “los flamencos tenemos que gestionarnos como entendamos”.
“Por eso apelo a Di Rupo. Políticos francófonos, responsabilizaos y preparaos con nosotros para la reforma confederal. Es el único camino para salir de esta crisis”, afirmó De Wever.
Las primeras reacciones no se han hecho esperar: el secretario de Estado de Energía, el también socialista y nuevo alcalde de Charleroi (sur del país) Paul Magnette, restó importancia al desafío de De Wever, al recordarle que ha ganado unas elecciones locales, no nacionales.
Con esta victoria, De Wever se resarce del fiasco que supuso para el N-VA la formación del Gobierno actual tras las elecciones de 2010, que terminó con ese partido separatista fuera del Ejecutivo, pese a haber sido la lista más votada, en favor de una coalición de seis partidos francófonos y flamencos.
Por otra parte, en Bruselas, los resultados provisionales con un 20% de los votos escrutados apuntan a que el actual alcalde, el socialista Freddy Thielemans reeditará su mandato, con un 32% de los respaldos, lejos de los democristianos liderados por la vicepresidenta, Jöelle Milquet, que alcanzaron un 19.3%. EFE