Oslo. El gobierno colombiano y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ratificaron hoy la participación de la guerrillera holandesa Tanja Nijmeijer (alias Alexandra) en su delegación a la mesa de diálogo con el gobierno colombiano.
Informaron que se reunirán el miércoles en esta capital con una agenda que culminará un día después, en las primeras conversaciones de paz entre las partes en más de una década.
“Reiteramos el cumplimiento de la cita por la paz de Colombia para el 17 de octubre, desarrollando una agenda que culminará el 18 por la tarde en Oslo con una instalación pública (de la mesa de negociación) y rueda de prensa”, aseguraron el gobierno y la guerrilla en un comunicado conjunto que ambas partes hicieron público desde Bogotá y La Habana, respectivamente.
Según una nota de los rebeldes, divulgada en La Habana, Jaime Avendaño, delegado del presidente Juan Manuel Santos, confirmó a nombre del gobierno “el derecho” que Nijmeijer de tomar parte en la negociación.
El comunicado no dio razones para el aplazamiento de un día de la conferencia de prensa que estaba prevista para mañana miércoles.
Ambas partes han mantenido con reserva tantos sus contactos como las fechas de sus encuentros y sólo se había anunciado oficialmente la fecha del 17 de octubre para la rueda de prensa, sin aclarar si habían iniciado diálogos formales antes o lo harían después.
Incluso inicialmente las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) habían anunciado que las negociaciones comenzarían el 8 de octubre en la capital noruega, a lo que el gobierno del presidente Juan Manuel Santos sólo respondió que sería en la primera quincena de octubre, sin nunca dar oficialmente una fecha precisa.
Estas serán las primeras conversaciones desde que en enero de 1999 el entonces gobierno del presidente Andrés Pastrana (1998-2002) mantuvo diálogos de paz con las FARC en una vasta zona desmilitarizada en el sur colombiano. Las conversaciones naufragaron y Pastrana ordenó el reingreso de las tropas en 2002 tras varios secuestros de civiles y políticos realizados por la insurgencia, además de acusaciones de que habían utilizado la región de despeje para el narcotráfico, una de sus fuentes de financiamiento.
Los guerrilleros, que desde entonces han sufrido golpes como la muerte a manos del ejército y la policía de al menos tres de sus comandantes, aseguran que mantienen su capacidad de acción y que siempre han buscado una salida política al conflicto armado interno que nació en 1964, año de creación de las FARC.
Debido a los fracasos de las anteriores negociaciones persisten las dudas sobre cómo se resolverán los temas más difíciles de los diálogos: el narcotráfico y el uso y tenencia de las tierras.
“Todos confiamos en el proceso y esperamos que sea exitoso, pero tenemos fundados motivos para pensar que el proceso plantea más preguntas que respuestas porque hay unos temas que son difíciles de superar”, dijo en diálogo telefónico Jaime Castro, analista político y ex alcalde de Bogotá.
(Con información de AP)