La Caravana de Madres Centroamericanas recorrió los primeros kilómetros dentro del territorio nacional; el grupo partió ayer de la comunidad El Ceibo, municipio de Palenque, Chiapas, hacia Tenosique, Tabasco, en donde se dio el primer encuentro: una mujer con el hijo que hacía nueve años dio por desaparecido.
Este encuentro, en el Albergue de Migrantes “La 72”, se concretó por la intervención del Movimiento Migrante Mesoamericano y es uno de los varios que se tienen previstos durante el recorrido de las mujeres originarias de Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala.
De acuerdo con dicha organización civil las mujeres fueron debidamente documentadas en El Ceibo, a fin de no tener ningún problema legal durante su estadía en territorio mexicano.
La caravana, denominada “Liberando la esperanza”, se trasladará mañana hacia la capital tabasqueña, donde se prevé una reunión con autoridades electas el pasado 1 de julio, y con el gobernador, Arturo Núñez Jiménez.
“Soy Servelio Mateo Campos, de Honduras y llevo nueve años en México, este es el tiempo que llevo sin ver a mi familia, tengo dos hijos, uno de ellos tiene cinco años y el mas grande tiene seis años. Trabajo de Campesino en la comunidad de Xalapa, Tabasco. Conocí a mi mujer cuando llegué aquí a esta comunidad.
Yo llegue a México porque tenia el sueño americano, pero no se me concedió, porque simplemente ya no quise seguir caminando cuando llegué por estos lugares, quise quedarme por aquí, en Tabasco.
Perdí contacto con mi familia porque ya no pude recordar la LADA, y no tenía manera de conseguir cómo llamar a casa para saber de mi familia. Yo nunca intente regresar. Ahora que sé que veré mis papas siento una alegría y una emoción muy grande de verlas porque hace muchos años que no los veo.”
“Soy Silveria Campos Rivera y hace nueve años que no veo a mi hijo. Vengo de Honduras, de la comunidad de El Progreso, y vengo porque me voy a encontrar con mi hijo Silverio. Él es el único que decidió migrar de entre tres hijas y cinco varones; él iba rumbo a los Estados Unidos pero se quedó en México. Y agradezco a los hermanos mexicanos que me lo cuidaron, que lo trataron bien.
Esta es la primear vez que vengo a México. Yo le quiero decir a mi hijo que tengo mucha alegría de que nos vamos a encontrar, y que vamos a ver a mis dos nietos y a la esposa de mi hijo.”