Al igual que algunos de sus predecesores, Rodrigo Medina de la Cruz no se salvó del golpeteo -principalmente del PAN, aunque también hubo “fuego amigo”-, en sus primeros tres años de gobierno. De hecho, fue tan duro que no pocos lo veían abandonando la gubernatura de Nuevo León. Sin embargo, parece haber salvado ya lo que él mismo llama “la crisis del tercer año” y dice: “Pero aquí estoy”.

 

Recién cumplidos 40 años edad en septiembre pasado, Medina no sólo sufrió severas críticas por la violencia desatada en la entidad en la primera mitad de su sexenio, también recibió duros comentarios de índole familiar que atribuían a su padre, Humberto Medina Ainslie (quien fue jefe jurídico en el gobierno de Natividad González Parás), influencia mayor en el gobierno de su hijo. Por ahí empezó precisamente la charla con 24 HORAS.

 

¿INFLUYE SU PAPÁ EN SU GOBIERNO?

 

Es un tema ya viejo que han utilizado ciertas personas que pretenden desestabilizar a mi persona, o al gobierno, para llevar agua a su molino. Pero nada que ver. La verdad es que la única relación que hay es de padre e hijo y es respetuosa. Lastima muchísimo que quienes pretendan desestabilizar utilicen el tema de la familia para llevar agua a su molino. ¡Nada más falso que eso, nada más alejado de la realidad!

 

¿LO HA PLATICADO CON ÉL?

 

Sí, por supuesto. Por ello mi papá evita meterse en política desde hace mucho tiempo. Y no únicamente por esta situación, sino porque es lo correcto. Es importante dejarle su espacio a los temas de gobierno y de política y hacerse a un lado. Pero esto no es algo nuevo, es recurrente. Este tema del papá y los hermanos fue tema en la administración pasada y en la antepasada. En Nuevo León se da mucho ese tipo de golpeteo y no quisiera que la gente se quedara con la idea de que es la administración de Rodrigo Medina. No es la constante en los gobiernos de Nuevo León.

 

ENTRE SUS “USOS Y COSTUMBRES” SUELEN TIRAR AL TERCER AÑO AL GOBERNADOR…

 

Siempre hay una crisis de mitad de administración del gobernador. Nuevo León es un estado en donde se practica la política de manera muy intensa y ha habido grupos también que han estado interesados, ya sea por llegar al poder de otra forma, saltándose las elecciones o por intereses de agenda personal o particular, que ha sido la constante también con otras administraciones. En la administración anterior se sufrió la misma crisis de mitad de sexenio. Con Fernando Canales, Sócrates Rizo…, es una plaza muy intensa.

 

¿EN SU CASO SE TRATÓ DE “FUEGO AMIGO”?

 

¡Hay de todo! Siempre en los gobiernos y en otros sectores se dan este tipo de pugnas. La más evidente, o la más directa diría yo, es la que hace la oposición en este caso. Es visible, ahí está.

 

¿DEL PAN?

 

Y de otros partidos políticos, pero principalmente del PAN porque en Nuevo León se vive una especie de bipartidismo… Y también siempre existe el fuego amigo, que de amigo no tiene nada. Ese es más complejo porque en ocasiones es oculto, es de adentro, son traiciones, o grupos que se pudieran sentir desatendidos o con merecimientos. Siempre hay una combinación de los dos.

 

¿CÓMO QUIÉNES?

 

No quisiera hablar de nombres. De lo que sí quisiera hablar es de que estos grupos no vamos a dejar que logren su objetivo de distraer al gobierno, al estado y al gobernador. Son muy dañinas para el estado y para el país porque, insisto, y lo digo en verdad, con toda profundidad, los gobiernos no deben distraer su actividad, su energía, su inteligencia, sus presupuestos en cosas que no sean más que para beneficio de la gente. El estar aclarando y diciendo y atacando, no tiene caso.

 

PERO HA SIDO MUY FUERTE EL GOLPETEO

 

¡Pero aquí estamos! Los resultados se dan y el gobierno continúa, y por eso estamos aquí.

 

¿YA LIBRÓ LA PEOR PARTE DE LA BATALLA?

 

Siempre es difícil ponerle un término. Hemos vivido momentos difíciles e intensos. Yo creo que aunque debemos estar preparados para lo que siga -y más en estos momentos que vive nuestro país y el mundo entero-, hay que tener capacidad de adaptación rápida para lo que va a venir. Pero sí siento que hemos pasado los momentos más duros.

 

¿TIENE BUENA RELACIÓN CON PEÑA?

 

Hay buena relación con el presidente electo, con su coordinador general, Luis Videgaray, con todo el equipo de transición.

 

¿NO LE VAN A COBRAR LOS RESULTADOS DE LA ELECCIÓN PRESIDENCIAL?

 

No, de ninguna manera. Hay una muy buena relación; hemos estado trabajando precisamente ahora en el periodo de la transición y hemos tenido una muy buena respuesta de ellos, de apoyo para los próximos tres años, para que le vaya bien a Nuevo León.

 

¿SUELE BUSCARLOS CARLOS SALINAS?

 

Tengo amistad con él, una buena relación, tenemos contacto con relativa frecuencia. Tiene una propiedad en Agualeguas a la que va una vez al año, y hasta ahí, es una relación de respeto.

 

¿LO VE COMO EL HOMBRE QUE MUEVE LOS HILOS COMO DICE AMLO?

 

No, no. Yo creo que es mucho más complejo que eso, ojalá fuera tan sencillo. Por supuesto que el ex presidente tiene sus relaciones, pero no lo considero como tal. Al contrario, el líder de los destinos del país será a partir de diciembre Enrique Peña Nieto, él tendrá que tomar las riendas del país, y nosotros trabajando con él para que le vaya bien a México. Tenemos que hacer mancuerna y sinergia.

 

¿VE A LOS EMPRESARIOS REGIOS CONTENTOS CON LO QUE PROPONE LA REFORMA LABORAL?

 

No sé si contentos o no, pero sí muy participativos. Lo que sí sé es que quieren mejores condiciones para que estas reformas sean el factor de detonación de esta generación de riqueza. Están muy proclives de que se lleven a cabo.