BRUSELAS. Los líderes de los Veintisiete países que conforman la Unión Europea comenzaron hoy una cumbre de dos días en la que estudiarán nuevas vías para solucionar los problemas de la zona euro, centrándose especialmente en el largo plazo y dejando para diciembre los asuntos más controvertidos.
La cita, explorará en particular un nuevo diseño político, económico y fiscal de la eurozona, que permita resolver las dificultades que afectan a esos países.
El Consejo, presidido por el belga Herman Van Rompuy, presentará a los jefes de Estado y de Gobierno un informe con propuestas para reformar la arquitectura de la eurozona.
El texto, preparado en colaboración con los líderes nacionales y de las instituciones, recoge una nueva estructura basada en cuatro pilares (unión bancaria, fiscal, económica y política) y plantea varias ideas que prometen generar un fuerte debate.
Entre los asuntos a discutir figura la propuesta para crear un presupuesto y un Tesoro propios de la eurozona, que tendrían como fin financiar reformas y amortiguar turbulencias en países con problemas.
También se pondrá sobre la mesa la emisión de algún tipo de deuda en común -hasta ahora siempre rechazada por Alemania- y la creación de un fondo de amortización para la deuda acumulada por los Estados antes y durante la crisis.
La intención de Van Rompuy es mantener un primer debate sobre estas iniciativas con los líderes, que según fuentes comunitarias podrían encargarle profundizar en los detalles de algunas de ellas de cara a la cumbre de diciembre.
La reunión tiene previsto pasar de puntillas sobre las dificultades de algunos Estados miembros y sus diferencias sobre la supervisión bancaria única o la recapitalización directa, puntos clave de la estrategia de salida de la crisis.
A ese respecto y a su llegada a la reunión, el presidente de Francia, François Hollande, pidió “responsabilidad” a Alemania y exigió que se respeten los acuerdos sobre la puesta en marcha de la unión bancaria alcanzados por los líderes europeos el pasado mes de junio.
Hollande defendió que la gran prioridad de la reunión de esta reunión debe de ser establecer el supervisor bancario único antes de fin de año para que pueda procederse a la recapitalización directa de los bancos en problemas.
En línea similar se pronunció el primer ministro de Luxemburgo y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, quien abogó por cumplir los acuerdos de junio sobre la recapitalización directa de la banca, pero admitió que ante las diferentes interpretaciones hace falta debatirlos de nuevo.
“Yo me atengo a los acuerdos que hemos cerrado en junio y si no somos todos de la misma opinión en lo que se refiere a la sustancia, eso deja entrever la necesidad de una conversación”, señaló.
Por su parte, la canciller alemana afirmó a su llegada al Consejo que su país quiere avanzar “con rapidez pero con mucha precisión” en la creación del supervisor bancario único.
El incierto futuro de Grecia y la situación de España no figuran en la agenda de la cumbre, al menos de manera formal.
No obstante, el rescate heleno será abordado probablemente “al margen” de la cita, en la que se destacarán los esfuerzos del Gobierno de coalición y al que se animará a concluir las negociaciones con la troika cuanto antes, indicaron fuentes comunitarias