Los tres automóviles sin logos de la Policía Federal que iniciaron la persecución y balacera en contra de una camioneta diplomática, en la que viajaban agentes de la CIA, el pasado 24 de agosto, cerca de Tres Marías, son unidades particulares que no pertenecen al parque vehicular de esa corporación.

 

Se trata de una camioneta modelo Voyager y otra modelo X-Trail que tardaron varias semanas en ser localizadas luego del incidente, así como un vehículo compacto que resultó dañado durante la persecución.

 

Autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR) confirmaron a este diario que los policías que permanecen arraigados reconocieron que esos vehículos no eran oficiales, pero que los utilizaron bajo la autorización del subinspector José Uriel Garrido Franco, en el supuesto operativo antisecuestro que se implementó en la zona.

 

La camioneta Chrysler Voyager de color verde, que estuvo escondida en un taller del sur de la Ciudad de México hasta finales de septiembre, es propiedad del policía Noé Ramos García, aunque durante la persecución fue manejada por el policía Gerardo Ramírez Garduño.

 

Por otro lado, la camioneta Nissan modelo X-Trail de color amarillo, ubicada en Hidalgo, es propiedad del policía José Cruz Ortega Sánchez, quien la manejaba en los hechos del 24 de agosto.

 

Del automóvil compacto modelo Chevy, que fue recuperado el mismo día de los hechos, no se ha informado quien es el dueño, pero también es ajeno al parque vehicular oficial de la Policía Federal.

 

Los arraigados

 

Fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública Federal informaron que desde el día del incidente se puso a disposición del Ministerio Público a todos los elementos que intervinieron en el operativo, así como las armas de cargo que son propiedad de la institución y las patrullas oficiales que también participaron en los hechos.

 

Sin embargo, las camionetas civiles no pertenecían a la corporación, por lo que durante varias semanas no se supo donde estuvieron, hasta que los policías arraigados ampliaron sus declaraciones y explicaron la procedencia de esas unidades.

 

24 HORAS publicó la semana pasada que luego de que se recuperaron las camionetas fueron arraigados los policías federales Ramos García y Ortega Sánchez, con lo que ya sumaban 14 los servidores públicos bajo la medida cautelar por esta investigación.

 

De acuerdo con las declaraciones de los agentes estadunidenses que viajaban en el vehículo diplomático, junto con un capitán de la Marina, asentadas en la averiguación PGR/MOR/TV/611/1/2012, fueron los ocupantes de las camionetas Voyager y X-Trail los que les cerraron el paso en la zona conocida como Fierro del Toro, y les exigieron que descendieran.

 

Como los policías no iban uniformados y las camionetas no traían logos policiales de ningún tipo, los agentes de la CIA señalaron que por seguridad no bajaron de la unidad. Segundos después empezaron los disparos en contra del vehículo diplomático, el cual tenía un blindaje alto.

 

La titular de la PGR, Marisela Morales Ibáñez, declaró el sábado pasado que el tema de la propiedad de los vehículos civiles involucrados era uno de los aspectos fundamentales de la averiguación previa, la cual contempla una línea de investigación que apunta hacia la delincuencia organizada.

 

Se vencen arraigos

 

La primera semana de noviembre concluirá la ampliación del arraigo que se dictó en contra de 12 de 14 federales que actualmente se encuentran arraigados, por lo que antes de esa fecha deberá resolverse su situación jurídica.

 

Fuentes ministeriales indican que la evidencia reunida permite configura cargos en su contra relacionados con abuso de autoridad y tentativa de homicidio, pero el móvil de la agresión, es decir si fue una emboscada o una confusión, es lo que falta por resolverse.