(Fotos: Ana Saldaña)

Han transcurrido casi 10 años desde la primera vez que visité El Bajío. En esa época estudiaba gastronomía y una de mis compañeras resultó ser Mari Carmen, una de las hijas de Carmen Titita Ramírez Degollado. Un buen día nos invitó a conocer el restaurante familiar y en esa primera visita guiada por Mari Carmen, probé una gastronomía mexicana honesta, que no escatimaba en su compromiso con nuestras raíces y sus ingredientes. Así, se germinó la semilla que se convirtió en una amistad ya de muchos años y gran cariño por la familia Ramírez Degollado y su restaurante. ¡Por eso hoy también celebro con ellos los primeros 40 años de El Bajío!

 

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