Hoy día es mucho más sencillo y rápido engañar al ojo humano. Actualmente existen tecnologías digitales avanzadas, como el popular software Photoshop, que permiten alterar fotografías para crear efectos sorprendentes y surrealistas que, aunque lo veamos, no ocurre de esa forma.
Antaño no era igual. La vieja escuela trabajó con técnicas más lentas y complejas como el montaje, la exposición múltiple y el retoque, para crear ilusiones como la de un dirigible surcando el cielo de Nueva York justo por encima del Empire State, algo que jamás sucedió.
En las impresiones montadas en la exposición “Fotografía manipulada antes del Photoshop”, colocada en el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York; se presentan los métodos que los artistas han usado durante los últimos 150 años para alterar la realidad.
La curadora de la exhibición, Mia Fineman, declaró a BBC que “hoy en día es más fácil, aplicaciones como Photoshop y otras tecnologías digitales han hecho el proceso de manipular fotografías más fácil, accesible y veloz que nunca”.
Mia Fineman Foto: Especial
Los impulsos para modificar las imágenes son tan antiguos como la misma fotografía, sólo que los métodos han evolucionado a un ritmo vertiginoso. Sin embargo, cualquier tipo de manipulación que ahora se logra con la tecnología digital, también se realizó en el mundo pre-digital.
“Los motivos para manipular fotografías, por razones políticas, artísticas o para hacer que una foto se vea mejor o más vendible, realmente se han mantenido bastante constantes”, agrega Fineman.
Desde suavizar las arrugas, adelgazar la cintura, añadir o quitar personas a una escena, hacer lucir a una mujer como un gato, hasta crear ilusiones dignas de cualquier cuadro del surrealista Salvador Dalí, todo, se logró antes de las nuevas tecnologías.
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Esta exposición traza la historia de la fotografía manipulada desde la década de 1840 hasta 1990, cuando se empezaron a remplazar las técnicas manuales.
La mayoría de las 200 imágenes fueron alteradas después de la exposición del negativo mediante la impresión combinada, el fotomontaje, retoques, o por la mezcla de varios procesos.
Sin importar que el motivo para modificar imágenes sea político, noticioso, de entretenimiento o para la publicidad, el objetivo siempre será convencer, y engañar, a los ojos, aunque la mente se rehuse a creer lo que ve.