Es el auto que los abuelos pueden recordar por su tamaño compacto, Datsun. Ahora, la nueva versión de esta histórica marca pudiera atraer más la atención, pero por otra característica: su reducido precio.
En lo que sería una osada medida en la categoría con mayor crecimiento de la industria -los mercados de países emergentes-, Nissan Motor está planeando resucitar a esta estrella de la era de los Beatles que bien podría sorprender a sus fanáticos.
De acuerdo a entrevistas con Carlos Ghosn, el director general de Nissan, y con otros ejecutivos de la empresa, el renovado modelo Datsun saldrá en esos países sin ningún accesorio de lujo. Una apuesta que ninguna otra compañía rival ha intentado, al menos al extremo que planea Nissan.
La compañía japonesa está esperando establecer precios récords mínimos al ofrecer el modelo Datsun en un rango que oscilará entre los tres mil y cinco mil dólares. El precio mínimo es de casi un tercio del precio de su auto más barato, el compacto Tsuru que se vende en México en ocho mil dólares.
Al revelar nuevos detalles acerca de su nuevo proyecto severamente controlado, Ghosn dijo que la empresa está comprometida en ofrecer seis vehículos Datsun, a partir del 2014, dentro de un rango de precio menor que el de todos a excepción de unas cuantas automotrices en China e India que están especializadas en miniautos.
Describió su relanzamiento tanto como una misión de una vida como una estrategia de negocios, con la meta de ofrecer a las poblaciones menos pudientes una mayor oportunidad para poseer un auto.
Ninguna automotriz ha encontrado la manera de penetrar aún de manera rentable al segmento de menores precios en los mercados emergentes, a pesar de que estos países ya representan casi la mitad de todas las ventas vehiculares.
La estrategia en general, así como la selección del Datsun para encabezar la incursión en los autos económicos, ya enfrenta cierta oposición dentro de la misma empresa y probablemente provoque preocupación entre los analistas y amantes de los autos.
En sus mejores días, el Datsun fue una marca muy querida, un auto económico que sin embargo era apreciado por sus diseños clásicos y toques innovadores. Pero tratar de mantener el precio en tres mil dólares para el modelo más barato, de los seis que planea lanzar Nissan, representará todo un reto que incluso los empleados de Nissan aceptaron difícil.
La empresa probablemente tendrá que desechar algunas características que se han convertido en estándares por mucho tiempo en Estados Unidos, pero no en los mercados en vías de desarrollo, como es la transmisión automática hasta el suministro completo de bolsas de aire.
Al interior de la empresa, algunos ejecutivos están preocupados de que esta campaña haga que se desvíen sus escasos recursos tan necesarios para apoyar productos ya establecidos.
Nissan no ha revelado cifras, pero analistas estiman que fácilmente puede costar mil millones de dólares fabricar un auto nuevo. Aunque hasta ahora son pocos los escépticos entre los analistas de la industria, los rivales japoneses de la empresa aún no están convencidos de que haya suficiente demanda para tales vehículos en el mundo en vías de desarrollo.
“Es un gran error pensar que se puede introducir un auto barato en los mercados emergentes y tener éxito”, dijo Yukitoshi Funo, vicepresidente de Toyota Motor a cargo de los mercados en desarrollo, en los que la automotriz ha invertido mucho en subcompactos y derivados de los camiones de carga que cuestan entre ocho mil y 10 mil dólares. “Las personas quieren un auto del cual ellos y sus familias puedan sentirse orgullosos”.
El que el Datsun forme parte de cualquier esfuerzo importante de Nissan, especialmente uno de esta naturaleza, representa un giro irónico para una empresa cuya decisión de extinguir dicha marca a principios de la década de 1980 fue muy disputada.
El modelo aún era popular en ese tiempo -fue el segundo auto mejor comercializado en Estados Unidos en 1981, con 580 mil autos vendidos- pero los ejecutivos con sede en Japón decidieron descontinuar el Datsun ese año y remplazarlo con el Nissan para unificar la identidad corporativa.
La decisión, la cual provocó una amplia confusión entre las distribuidoras y compradores, contribuyó a la caída de Nissan en esa época y aún es considerada una de las peores decisiones de mercadotecnia en la historia automotriz.
Ahora, Ghosn, de 58 años de edad y quien llegó a Nissan hace 13 años para rescatarla del borde de la quiebra, ha decidido apostar su reputación a esta marca.