PEKÍN. El XVIII Congreso del Partido Comunista de China (PCCh), que elegirá a los nuevos líderes del régimen a partir del próximo 8 de noviembre, también servirá para reformar la Constitución de la formación política, según se anunció ayer en un encuentro preparatorio del Politburó (los 24 principales miembros del PCCh).

 

No se revelaron detalles de la enmienda de esta Constitución, en vigor desde 1982, aunque un comunicado tras el encuentro aseguró que la reforma “se adaptará a las necesidades de innovación teórica” del PCCh y “promoverá el trabajo del Partido y fortalecerá su construcción”, destacó el comunicado, parcialmente reproducido por la agencia oficial Xinhua.

 

La propuesta de enmienda será estudiada el 1 de noviembre por otra reunión previa al XVIII Congreso, la del plenario del Comité Central (350 miembros), antes de ser sometida a su aprobación en la gran reunión política de la década para el régimen comunista, que contará con más de 2 mil delegados.

 

La reunión de ayer fue presidida por el secretario general del PCCh, Hu Jintao (también jefe de Estado) y en ella se subrayó que el XVIII Congreso llega “en un momento crítico en el que China está construyendo una sociedad modestamente acomodada” y “acelerando la transformación de su desarrollo económico en difíciles campos”.

 

Según el comunicado, en el Congreso de noviembre el Partido fundado en 1921 y que gobierna en solitario China desde 1949 debe “emancipar su mente, continuar la reforma y apertura, armarse de fuerza y superar las dificultades”, comprendiendo “las nuevas necesidades del desarrollo del país y las expectativas de su pueblo”.

 

El Congreso del PCCh, una cita que se celebra cada cinco años, destaca en esta decimoctava edición porque supondrá la elección de un nuevo Comité Permanente, el grupo de siete o nueve personas que regirá los destinos de la nonagenaria formación, y por ende del país, en los próximos años.

 

Se prevé que los principales líderes del PCCh en la década 2002-2012 dejen este comité (entre ellos el presidente, Hu Jintao, y el primer ministro, Wen Jiabao, aunque conservarán sus puestos en el Gobierno hasta 2013) y que el vicepresidente Xi Jinping, ya en el comité actual, ascienda a la primera posición de éste, como paso previo a ser el máximo líder chino desde el próximo año.

 

Mientras tanto un grupo vinculado a la izquierda del Partido Comunista chino (PCCh) pidió en una carta que el ex dirigente Bo Xilai, uno de los principales defensores de la vuelta al maoísmo, no sea expulsado esta semana de la Asamblea Nacional Popular (ANP).

 

Si es expulsado de la ANP Bo, que ya ha sido expulsado del PCCh, perdería la inmunidad y podría ser juzgado por delitos de corrupción y abuso de poder, entre otros ya que protagoniza el mayor escándalo de la política china en décadas, cuando su entonces jefe de policía, Wang Lijun, intentó refugiarse en un Consulado de EU para revelar la mala praxis de Bo y vincular a su esposa, Gu Kailai, al homicidio de un empresario británico. EFE