PACHUCA. Dos días después de la fuga de gas licuado de petróleo en Tepeji del Río, unas 300 personas permanecen en un albergue temporal habilitado por autoridades a un costado de la terminal de autobuses.

 

Mientras, trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex) tratan de disipar, con quemas controladas, la nube tóxica de gas que se fugó de una toma clandestina.

 

De igual forma, cuadrillas de la paraestatal siguen aplicando chorros de agua al ducto dañado, en un radio de 300 metros, donde aún se registran elevados niveles de explosividad.

 

El alcalde Fernando Miranda Torres explicó que anoche, en una reunión con representantes de los tres niveles de gobierno, se acordó mantener el protocolo de protección y seguridad.

 

El encuentro fue encabezado por el secretario de Gobierno de Hidalgo, Fernando Moctezuma Pereda, quien también visitó a las familias damnificadas.

 

Aclaró “que ya se ha brincado la etapa crítica de más riesgo, mientras que a las 09:00 horas de este miércoles se ha citado a elementos de la Sedena, Pemex y otras instituciones y mandos para saber cómo continúan los trabajos y las maniobras”.

 

El edil reconoció que la nube tóxica permanece sobre el ambiente de Tepeji del Río, por lo que trabajadores de Pemex Gas mantienen “quemas controladas”.

 

En tanto, seis planteles educativos, que se encuentran en el radio de mayor influencia donde se avanza en el sellado de la fuga, siguen cerrados hasta nuevo aviso.