En su decimo día de recorrido, la Caravana de madres centroamericanas en busca de sus hijos desaparecidos marcharon por calles de la ciudad de Tequisquiapan, en Querétaro, por donde han pasado tan sólo este año unos 500 mil migrantes en su ruta hacia Estados Unidos.
El responsable de la Estancia del Migrante en Tequisquiapan, Martín Martínez, advirtió que la migración se incrementó en la última década y dicho conteo se basa en “el conteo por las bolsas de comida que preparamos, por los alimentos, por eso nos damos cuenta”.
La Caravana realizó en la zona un recorrido por las vías del tren donde los migrantes centroamericanos; allí las madres colocaron flores rosas en memoria de las personas que han perdido la vida.
Con la experiencia del trabajo con los migrantes, fray Tomás González denunció que se “criminaliza” y se persigue a quienes trabajan a favor de los migrantes, porque muchos los consideran una mercancía.
“El migrante cetroamericano y el mexicano se convirtieron en una mercancía para el crimen organizado y las bandas de delincuentes. Para el Instituto Nacional de Migración y para muchas autoridades”, puntualizó el sacerdote.
Ante el paso de miles de personas por el estado exigió la creación de una fiscalía especializada en atención a los migrantes, así como un instituto estatal que atienda a los centroamericanos y a los mexicanos que van de paso.
Ayer por la tarde el grupo realizó un acto público en Apizaco y pasó la noche en la ciudad de Tlaxcala.