Aunque la dirigencia nacional del PRD intenta matizar los conflictos al interior del partido, las tensiones generadas por la reunión de gobernadores emanados de las izquierdas con Enrique Peña Nieto y la elección interna del próximo domingo podrían desencadenar una nueva crisis por el control del sol azteca.

 

Estos temas causaron una fuerte discusión el miércoles pasado dentro de la reunión de la Comisión Política Nacional, celebrada en medio de un atípico operativo de seguridad en el piso ocho de la sede nacional, con el fin de evitar que se filtraran las posturas encontradas entre las diversas corrientes al interior del PRD.

 

Los ánimos al salir de la reunión eran contrastantes. Mientras René Bejarano, líder de la corriente IDN, salía cantando “se acabó el amor”, el semblante de Jesús Zambrano, presidente nacional del PRD y dirigente de la corriente NI, evidenciaba el tono ríspido de la reunión.

 

El malestar generado entre las corrientes perredistas afines a Andrés Manuel López Obrador por la reunión que sostuvieron los gobernadores de las izquierdas con Peña Nieto, provocó que la Comisión Política Nacional decidiera convocar a los gobernadores de Guerrero, Oaxaca y Morelos, así como a los mandatarios electos del Distrito Federal y Tabasco, a un encuentro con la dirigencia nacional del partido para conocer sus motivaciones e intercambiar opiniones sobre el encuentro.

 

Dicha reunión servirá para que el PRD defina una postura institucional en torno al reconocimiento de Peña Nieto como presidente de la República.

 

Sin embargo, el tema que más tensiones ha generado dentro del PRD es la elección interna del próximo domingo en el que se elegirá a congresistas, consejeros nacionales y estatales en 15 entidades del país, siendo Tlaxcala, Tamaulipas, Nuevo León, Morelos y Chihuahua, lugares donde se han encendido focos rojos por falta de condiciones para impedir una elección plagada de irregularidades.

 

Estas inconformidades provocaron que militantes de las corrientes de NI, Foro Nuevo Sol y Democracia Social tomaron el miércoles pasado las instalaciones de la Comisión Nacional Electoral y de la Comisión de Afiliación, lo que derivó en jaloneos, golpes y algunos lesionados, tras reclamar inconsistencias con los funcionarios de casilla y la ubicación de las mismas. Por ello, la dirigencia del partido avaluará en las próximas horas la viabilidad de celebrar elecciones en dichos estados.

 

El trasfondo del asunto tiene que ver con que la alianza entre las corrientes de IDN y ADN, perfila una derrota de NI en las cinco entidades más conflictivas, incluyendo un posible reacomodo en la correlación de fuerzas, de acuerdo con integrantes de la Comisión Política Nacional.

 

Esto, además de que la alianza que están construyendo actualmente Marcelo Ebrard y Los Chuchos, para abrir las puertas del PRD a gente cercana al actual jefe de Gobierno de cara al próximo Congreso Nacional del sol azteca a realizarse a mediados de diciembre próximo.