La Arquidiócesis Primada de México criticó el actuar de los sindicatos mexicanos, mismo que calificó como “poco honesto, corrupto y carente de solidaridad con los trabajadores y el resto de la sociedad”.
“Lamentablemente, en la actualidad los sindicatos mexicanos no gozan de buena fama. Gran parte de la sociedad y de la opinión pública sienten, en el menor de los casos, desconfianza de ellos”, señaló en su editorial del semanario católico Desde la Fe.
En el editorial titulado “Sindicalismo en México, un llamado a su origen”, la Arquidiócesis expone que a los sindicatos se les ve como fuerzas políticas que se venden al mejor postor.
Agrega que dichas organizaciones “han sido secuestradas por líderes inmorales que han logrado eternizarse y generar formas de poder contrarias a la naturaleza de los sindicatos, que ahora amenazan con secuestrar al Estado si éste no se alínea a sus intereses”.
La Arquidiócesis de México considera que no es aceptable la falta de sensibilidad social de la clase patronal ni la explotación de los trabajadores –a quienes se les otorgan sueldos indignos-, ni los contratos de protección, ni la creación de “sindicatos charros”.
Admite que la organización de los trabajadores es necesaria y por ello bienvenida, pero subraya que siempre debe conducirse con la claridad de lo que realmente es justo, con rectitud y honestidad.
En ese sentido, considera que lo sindicatos deben velar por el bienestar del trabajador, no sólo a partir de la conquista de mejores salarios y prestaciones, sino de espacios de formación en liderazgos más humanos, en la participación y toma de decisiones de todos los agremiados y en la solución y mediación de conflictos.
Por tanto, concluye que los trabajadores organizados no deben permitir por apatía, indiferencia o miedo, prácticas ni dirigentes sindicales corruptos, antidemocráticos, con capacidad de amedrentar a los que realmente gastan con dedicación la vida en su trabajo.
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