Los rencuentros son pocos, pero eso no impide que desde 2006 la Caravana de madres centroamericanas recorra cada año miles de kilómetros del territorio mexicano tras la pista de aquéllos que partieron, incluso hace varias décadas, rumbo a Estados Unidos.
En seis años la caravana registra 51 reencuentros, una cifra mínima si se le compara con los 70 mil migrantes desaparecidos desde el inicio de la “guerra contra el crimen organizado”, según los cálculos de los expertos ante la falta de estadísticas oficiales.
En esta ocasión, la caravana tiene previstos unos cinco rencuentros que si bien son pocos alimentan la esperanza de las mujeres y sus familias. El último ocurrió este fin de semana, cuando una mujer originaria de Nicaragua fue contactada desde Veracruz para comunicarle que en aquella entidad vive su hijo desaparecido hace 33 años.
El reencuentro de ambos está previsto para hoy, cuando la caravana llegue a Tierra Blanca, Veracruz, en su camino de regreso a la frontera de Chiapas, que el punto de partida el 15 de octubre pasado.
Las mujeres inician hoy el recorrido de los últimos mil kilómetros, de los cuatro mil 600 previstos al inicio de la ruta. Después de permanecer este fin de semana en la Ciudad de México, donde acudieron a la Basílica de Guadalupe, las mujeres llegarán a Tierra Blanca, Veracruz, para después avanzar hacia Ixtepec, Oaxaca, Tapachula, Chiapas y finalmente llegar el 3 de noviembre a Ciudad Hidalgo, en Chiapas.
La mayoría no hallan a sus hijos, pero su ánimo cambia conforme avanzan en su recorrido. Tras el miedo inicial, las mujeres se muestran fortalecidas, se saben acompañadas y, según platican ellas mismas, más seguras para exigir una respuesta a los gobiernos y a las autoridades relacionadas con el tema de la migración.
Según la representante de la Mesa Nacional para Migraciones de Guatemala, Elizabeth Enríquez, la demanda para los gobiernos de México, El Salvador, Honduras, Guatemala, Nicaragua y Estados Unidos es crear mecanismos efectivos para localizar a los centroamericanos desaparecidos en territorio mexicano.
Enríquez indicó que se han documentado las desapariciones de 350 salvadoreños y 600 hondureños entre 2001 y 2012, y de otros 205 guatemaltecos en los últimos tres años.
La activista señaló que la caravana analiza la posibilidad de pedir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) que apoye la creación de una comisión internacional de expertos en materia forense, que contribuya a identificar restos humanos encontrados.
“Esta propuesta se presentó a la Procuraduría General de la República (PGR) de México y a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, pero ambas instituciones la rechazaron”, señaló Enríquez a la agencia EFE.
Asimismo, reiteró la demanda de que se cree en México una fiscalía especializada para atender las violaciones a los derechos de los inmigrantes, principalmente centroamericanos.
Otra de las propuestas es la de crear un banco de datos internacional con datos de personas desaparecidas y restos sin identificar.
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