La comparecencia ante la Comisión de Justicia del Senado de los seis aspirantes a ocupar las dos vacantes a ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se caracterizó por cuestionamientos constantes sobre los temas de arraigo, testigos protegidos y las cuestiones relacionadas con el juicio de amparo.
Excepto en el caso del magistrado, Manuel Baráibar Constantino, contra quien los senadores perredistas se lanzaron por haber exonerado a Raúl Salinas de Gortarí y del ex obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda.
La pasarela de quienes conforman las dos ternas enviadas por el presidente Felipe Calderón, para que los senadores definan quiénes serán los sustitutos de los ministros Salvador Aguirre Anguiano y Guillermo Ortiz Mayagoitia, duró 10 horas.
El formato permitía una exposición de 10 minutos, 12 preguntas de los grupos parlamentarios con representantes en la Comisión de Justicia, más una pregunta por parte de los senadores asistentes que no fueran parte de la misma.
El bloque de la primera terna que es la de la sustitución del ministro Aguirre, inició con 21 minutos de retraso. Abrió el magistrado Pablo Vicente Monroy Gómez, recordado en los medios porque fue el juez que sentenció a Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, tras haber sido detenido por un incidente de tránsito, durante el cual se le encontró una licencia falsa y trató de sobornar a los policías que lo habían detenido, para hacer una revisión.
El tema de la sentencia al líder del Cártel de Sinaloa le fue cuestionado por el senador perredista Manuel Camacho Solís, durante la ronda de preguntas y respuestas. El ex regente del Distrito Federal le preguntó si volvería a sentenciar al capo.
La respuesta de Monroy fue aclarar que no lo había sentenciado por cuestiones de narcotráfico, explicó el incidente y estableció que sí volvería a hacerlo. Puntualizó que mientras se tenga la investidura del juez se debe actuar y si se piensa que por una decisión está en riesgo la familia, entonces se renuncia a ese cargo.
El trato para Monroy fue amable, no hubo cuestionamientos incisivos.
Siguió el turno de quien dicen es el palomeado en esa terna por el Ejecutivo federal y por los senadores panistas: Alberto Gelacio Pérez Dayán, quien se pronunció por preservar el fuero militar, porque es necesario para la investidura. Sobre el tema del aborto, se dijo ferviente defensor de la vida.
La última antes del receso de comida, fue la magistrada Andrea Zambrana, quien cuestionó la figura del arraigo. No cayó en la pregunta que tendía a que hablará de su buena relación con el ministro Aguirre Anguiano, ya que al cuestionarle a quién admiraba de la Corte respondió que a la primera ministro Cristina Zamorano de Tamayo.
La segunda tanda
La espera de la comparecencia de quienes pretenden sustituir al ex presidente de la Corte, Guillermo Ortiz Mayagoitia, abría con el personaje más polémico de los magistrados: Manuel Baráibar Constantino.
Fue el único que llegó acompañado de un secretario particular y el único que salió tras su intervención de casi dos horas arropado por los senadores priistas.
Si bien los senadores del PAN y del PRI no lo cuestionaron de forma severa, los perredistas llevaron algunos refuerzos para cuestionar a quien se le señala como el candidato del presidente electo, Enrique Peña Nieto.
Así, los senadores David Monreal, Dolores Padierna y Manuel Camacho le cuestionaron sus actuaciones en las resoluciones de los expedientes de Raúl Salinas de Gortarí, a quien exoneró del delito de homicidio en contra de su cuñado Francisco Ruiz Massieu.
Y la mayor insistencia en los señalamientos de los senadores del PRD fue el sentido del voto de Baráibar para determinar la inocencia del ex obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda, acusado de fraude procesal por 130 millones de dólares.
A los dos primeros, el magistrado en materia penal les respondió con la frase de que el revisaba expedientes y no veía nombres. Tras lo cual cuestionó el que si no habían leído el expediente completo, no podían emitir un juicio.
Pero cuando Camacho Solís usó textos con datos y números de foja, el rostro de Baráibar enrojeció. Y como el senador del PRD estaba a su lado, viró su cuerpo en la silla y levantó las manos y la voz.
Insistió en que no veía nombres ni apellidos, que había actuado bien y refutó que hubiera irregularidades en la discusión en el Octavo Tribunal Colegiado en materia Penal con sede en el Distrito Federal.
Ese fue el momento más candente de la pasarela de aspirantes a ministros.
Después del turno del candidato polémico, el tono de las comparecencias viró, el nerviosismo se apoderó de las últimas candidatas: Emma Meza Figueroa y de Rosa María Temblador Vidrio.
Ambas trastabillaban en sus respuestas, lanzaban muletillas, repreguntaban cuál era la pregunta que les lanzaban los senadores. Incluso la magistrada Temblador Vidrio se sorprendió de estar entre las nominadas y dijo haberse enterado por la prensa de su inclusión.
Mientras Meza Figueroa, identificada con posiciones liberales, en más de tres ocasiones evadió responder de forma clara si estaba a favor de la adopción de menores en el caso de las parejas del mismo sexo.
Para sustituir a Sergio Salvador Aguirre Anguiano
Pablo Vicente Monroy Gómez
Con una trayectoria de 27 años en el Poder Judicial, estuvo en medio del huracán el 3 de marzo de 1994, cuando como juez cuarto de distrito en materia penal, con sede en el Distrito Federal, dictó sentencia contra Joaquín Guzmán Loera.
Determinó que el líder del Cártel de Sinaloa merecía una pena de 12 años de cárcel. Los delitos que se le imputaron al capo no tenían relación con el narcotráfico, sólo se trataba de falsificación de documentos y cohecho.
Alberto Gelacio Pérez Dayán
Señalado como el candidato del presidente Felipe Calderón fue quien resolvió el caso de El Encino, el cual desató un juicio político contra el entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador.
El año pasado otorgó un amparo a favor Telmex, en el cual se resolvió que Carlos Slim incursionara en la televisión de paga. Sin embargo, su resolución fue impugnada. Ya había contendido como aspirante a ministro para sustituir a José de Jesús Gudiño Pelayo, a finales de 2010.
Andrea Zambrana Castañeda
Cercana al ministro, Salvador Aguirre Anguiano y con 30 años de carrera judicial, en sus criterios han prevalecido las posiciones conservadoras.
Es magistrada del Primer Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la Primera Región con sede en el Distrito Federal.
Zambrana ya había sido postulada cuando se registró la vacante del ministro José de Jesús Gudiño Pelayo, quien falleció en septiembre de 2010. Pero en aquella ocasión, la magistrada no logró el consenso entre los senadores priistas.
Para sustituir a Guillermo Ortiz Mayagoitia
Manuel Baráibar
Magistrado del Octavo Tribunal Colegiado del Primer Circuito en materia penal, exoneró junto con José Pablo Pérez Villalva, al entonces obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda, del delito de fraude procesal.
El 9 de junio de 2005, otorgó junto con otros dos magistrados del Segundo Tribunal Colegiado, un amparo con el cual Raúl Salinas de Gortari quedó exonerado del homicidio de su cuñado José Francisco Ruiz Massieu.
Emma Meza Fonseca
Sentenció a 50 años al autor material y a otros siete implicados en el asesinato del ex secretario general del PRI y ex gobernador de Guerrero, José Francisco Ruiz Massieu, ocurrido en septiembre de 1994.
En 1997 concedió un amparo que permitió que el ex líder del Sindicato Petrolero, Joaquín Hernández Galicia, La Quina, quedara en libertad.
Rosa María Temblador Vidrio
Otorgó un amparo como magistrada del Primer Tribunal Colegiado en materia civil al ayuntamiento de Puebla, que le permitió no pagar a la empresa Desarrollo Iberoamericano más de 40 millones de pesos que adeudaba por la construcción de un distribuidor vial.
De forma pública, se ha pronunciado de por la unión entre personas del mismo sexo y de la posibilidad de adopción de menores de parte de estas parejas.
Sin embargo, en otros temas ha adoptado posiciones ubicadas en el ala conservadora del Poder Judicial Federal.