La defensa del mexicano Eduardo Arellano-Félix, el último hermano de la banda familiar que dominó el tráfico de drogas en la frontera de California y México, pidió hoy en una corte de California, Estados Unidos, un resumen de las evidencias en contra de su cliente.

 

En la tercera audiencia del juicio en contra del capo del narcotráfico, el abogado defensor Bryan P. Funk solicitó a la fiscalía este resumen para conocer los detalles que llevaron a las autoridades a presentar siete cargos en su contra, entre los cuales está lavado de dinero, asociación delictiva y tráfico de drogas.

 

La acusación tiene ahora tres semanas para entregar dicha documentación, además de la lista de testigos.

 

La sesión se realizó en la Corte Federal del Distrito Sur de California y estuvo presidida por el juez Larry Burns, que pidió al acusado que se “comportara como un caballero” en la corte, después de ordenar que se le quitaran las esposas, gesto que Arellano-Félix agradeció.

 

El juez fijó para el 19 de febrero la próxima audiencia, en la cual se podría determinar el inicio del juicio en contra del acusado.

 

“El Doctor”, tal y como se conoce a Arellano-Félix, se declaró no culpable de todos los cargos durante su primera aparición en la corte, el pasado 4 de septiembre, días después de que fuera extraditado de México.

 

Arellano-Félix, que enfrenta hasta 140 años en prisión, es el cuarto de los hermanos en presentarse ante la justicia de Estados Unidos.

 

A Benjamín Arellano Félix se le dictó sentencia de 25 años de cárcel, mientras que Francisco Javier, “El Tigrillo”, enfrenta cadena perpetua en una cárcel federal de San Diego.

 

Por su parte, Francisco Rafael fue condenado a seis años de cárcel en Estados Unidos y posteriormente fue deportado a México en 2008.