El segundo huracán más caro del mundo, Sandy, ha abandonado por completo el territorio estadounidense, los neoyorquinos lentamente reestablecen sus  actividades y se las arreglan para salir adelante.

 

El alcalde Michael Bloomberg tocó la campana que marcó la reanudación de operaciones en la Bolsa de Valores, que inusitadamente suspendió sus operaciones por dos días.

 

El tráfico matutino pareció incluso más intenso que el de un día ordinario, luego que la gente comenzó a volver al trabajo en una ciudad sin servicio de trenes subterráneos. En algunas de las autopistas principales, el tráfico avanzaba a vuelta de rueda

 

La gente hace filas en tomas públicas de electricidad para cargar sus aparatos electrónicos, esperan en las casetas telefónicas para poder llamar y abarrotan las gasolinerías para poder devolver la movilidad a los coches que aún funcionan.

 

Continúan las labores de limpieza y rescate, el transporte público poco a poco vuelve a la normalidad y el metro ofrecerá servicio en algunos tramos de sus líneas el día de mañana a partir de las 14:00 horas.