BRUSELAS. La Comisión Europea (CE) publicó la lista de los países que serán excluidos del sistema de preferencias arancelarias de la Unión Europea (UE) a partir de enero de 2014, entre los que se encuentra México.
De acuerdo con los argumentos, México ya disfruta de otro tipo de acuerdo comercial con la UE que, según el Ejecutivo europeo, ofrece una cobertura “esencialmente equivalente” a la del llamado Sistema de Preferencias Generalizadas (SPG).
En esa categoría se han incluido los países con un acuerdo de libre comercio o de asociación económica, entre ellos Egipto, Jordania, Líbano, Sudáfrica, Zimbabue, Costa de Marfil y los miembros del Cariforum o del caribe.
“Dado que el uso del SPG en el caso de estos países es marginal, la reforma será para ellos en general neutra”, aseguró la CE.
El acuerdo precisa que también quedarán excluidos los países que en los últimos años pasaron a ser clasificados por el Banco Mundial como de renta alta o media-alta, en función de su renta nacional bruta (RNB) per cápita.
Entre ellos se incluyen Brasil -en la actualidad el quinto mayor beneficiado por el sistema-, Argentina, Cuba, Uruguay, Venezuela, Rusia, Libia, Malasia, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Qatar.
“Se espera que las exportaciones de muchos de estos socios sufran reducciones limitadas, normalmente en torno al 1.0 por ciento”, explica Bruselas. En total, la lista de beneficiados por el SPG pasará de 176 a 89 países.
Con la reforma, la UE pretende aumentar los beneficios para países más necesitados y ofrecer más apoyo a aquellos “comprometidos seriamente con la aplicación de los convenios internacionales de derechos humanos y laborales, protección del medio ambiente y buen gobierno”.
El comisario europeo de Comercio, Karel De Gucht, justificó en un comunicado que algunos países en vías de desarrollo “se han hecho mundialmente competitivos”.
“Esto permite diseñar nuestro sistema comercial en favor del desarrollo de manera que los países que aún no han avanzado lo suficiente reciban algo más de aliento y apoyo”, argumentó.
Para el funcionario europeo, la reducción de las exportaciones de economías más grandes y avanzadas puede suponer “una oportunidad significativa para las economías más pobres, cuyas exportaciones son comparativamente muy pequeñas”.
“Para hacerse una idea del orden de magnitud, basta decir que una reducción de 1.0 por ciento de las exportaciones, digamos, brasileñas equivale a más de dieciséis veces el total de las exportaciones del africano Burkina Faso a la UE”, señaló la CE.