No obstante los alrededor de nueve mil millones de pesos invertidos en programas de prevención, estos no lograron reducir la cifra de adictos a las drogas como lo planteó el Plan Nacional de Salud del sexenio.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones (ENA) 2011, el uso de sustancias ilegales pasó de 1.4% a 1.5% de la población en tres años; en Jalisco, Nayarit y Colima casi se duplicó el uso de drogas; y en los hombres de 18 a 35 años aumentó el consumo de mariguana.
Hasta 2011 se habían destinado dos mil millones de pesos, informó el año pasado el entonces secretario de Salud, José Ángel Córdova. Ese mismo año surgió el Consejo Nacional contra las Adicciones (Conadic), que ejerció 500 millones de pesos en su primer año de funcionamiento.
Pero la inversión más alta y difundida por el presidente Felipe Calderón el lunes pasado, cuando dio a conoce los resultados de la encuesta, fue la creación de 335 Centros Nueva Vida en los municipios con mayor incidencia de drogadicción con una inversión de seis mil 600 millones de pesos.
Adicionales a estos recursos, en noviembre del 2011 el gobierno mexicano recibió 17 millones de pesos de Estados Unidos, a través de la Iniciativa Mérida, para la Red de Transferencia de Tecnología para la Atención de las Adicciones (Renadic), que permitirá tener estadísticas más confiables e implementar políticas de salud más precisas.
A pesar de los resultados de la encuesta, Carlos Tena Mayo, titular de la Conadic, defendió este miércoles las políticas públicas y el trabajo de prevención realizado este sexenio.
“Cuando se exponen a prevención, consumen menos drogas (…) Ojalá que a todos los que les demos una plática o una recomendación preventiva dejen de consumir, pero no es así”, dijo el funcionario durante un taller con medios de comunicación.
Además de la prevención, Tena Tamayo destacó el combate frontal al crimen organizado que emprendió el presidente Calderón durante su administración. “Cuando hay menor oferta hay menor consumo. Ayuda a que haya un número menor de consumidores”, afirmó.
El error de 2008
El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) reconoció que hubo un error en la Encuesta Nacional de Adicciones 2008, que se reflejó en un menor consumo de tabaco y alcohol.
Mauricio Hernández, titular de la dependencia, informó que los encuestadores no preguntaron a los consultados sobre el consumo de tabaco o alcohol en el último año, y decidieron responder, a título personal, que no habían usado alguna de estas sustancias para no contestar la serie de preguntas que seguían en la encuesta si la respuesta era afirmativa.
Esto modificó los resultados de la encuesta y por eso hubo un descenso notable entre los resultados de 2008 y 2002. Fue hasta 2011 cuando se realizó la nueva encuesta, que el INSP se dio cuenta del error y debió reconstruir las preguntas y respuestas para poder actualizar los resultados.
Hernández reconodió que no hubo la supervisión necesaria para detectar la omisión de los encuestadores; sin embargo, aseguró que no habrá sanciones por la negligencia en una consulta nacional.