Design Week México es una organización que a través de distintos eventos, conferencias, visitas y exposiciones organizadas durante una semana al año, promueve la arquitectura de interiores y el diseño en sus diferentes variantes y acepciones. En el caso de México este es el cuarto año que se lleva a cabo –tuvo verificativo durante la semana pasada- y se ha consolidado (ya) como un evento de vanguardia identificado por la calidad de su producción y propuesta.
En esta ocasión la semana culminó con la inauguración de la exposición “Croquis en el MAM”, que exhibe dibujos de arquitectura de diversos arquitectos (entre ellos el que escribe) en un formato íntimo que muestra la relación del croquis con la obra o el proyecto terminado…”un croquis es el espacio-tiempo entre la ilusión y una arquitectura que pueda llegar a ser realidad…”, prologa acertadamente el Arquitecto Agustín Hernández en el catálogo de la exposición o en la libreta “Moleskine” producida especialmente como testimonio de la muestra.
Croquis, diseño y arquitectura interior derivan en reflexiones de la mayor cotidianidad. “El verdadero uso del espacio es el amueblado”, insistía el Arq. Attolini, quien, aunque no comulgaba mucho con la idea de una arquitectura interior o exterior era muy reconocido por su diseño de objetos y accesorios; el reiteraba que su trabajo sólo era arquitectura y la concebía como unidad diseñando todo, el afuera y el adentro. Sin embargo la arquitectura de interiores se ha convertido en una disciplina extensa –mobiliario, iluminación, restauración, escenografía, etc.- que ha generado importantes despachos y estudios que únicamente atienden proyectos de esta índole.
Recientemente, gracias a una grata y amable invitación, tuvimos la oportunidad e “habitar” una casa –intacta- de Arturo Pani. Es difícil encontrar información de este arquitecto que hacía residencias o casas de lujo, pero a la fecha se le identifica bien como autor de varios muebles ya clásicos. Conocía poco de él, algo, pero sabía que usaba my bien los espejos y ahora lo pude comprobar apreciando la clara voluntad de generar profundidad desde cualquier punto del interior de la casa. La mesa del comedor –de las más creativas y logradas que haya visto- sostenida por un árbol de metal y con una cubierta que vidrio con un hueco del que emerge una jardinera…me hizo ver que la habitabilidad, que tanto nos ocupa desde la óptica de la vivienda social por ejemplo, puede repensarse desde el diseño también. No es sólo un techo, sino como se puede techar o cubrir algo de la mejor manera posible, incluyendo seguridad, economía, o sostenibilidad. Barragán afirmaba que para los problemas de espacio hay muchas soluciones pero la que produce mayor emoción es arquitectura y esta es arte…”desde mi punto de vista cuando consciente o inconscientemente se crea una atmósfera de emoción estética y cuando el ambiente suscita una sensación de bienestar”.
El buen diseño es esa articulación que existe entre lo habitable y el bienestar, que a su vez se puede traducir en confort, decoro, o dignidad, términos que hemos abordado con amplitud e insistencia en otras columnas de este mismo espacio. Volviendo al caso de la mesa del comedor, no es solo una superficie para comer sino un objeto que logra que el acto de comer sea más agradable –cómodo-, en relación con la palabra bienestar, que tanto persigue Barragán en su obra. Si bien son términos muy proclives a la subjetividad, la manifestación de belleza en tanto “reflejo de la Verdad”, animan a entender la actividad creativa como una posibilidad inagotable de una mejor forma de ser humano. Gracias a Andrea Cesarman, Marco Coello y Emilio Cabrero de C Cúbica Arquitectos por la invitación y sobre todo por la organización de Design Week México por cuarto año consecutivo. Enhorabuena
La Exposición “Croquis en el MAM” se presenta en el Museo de Arte Moderno del 26 de octubre hasta el 5 de enero de 2013 – Reforma y Gandhi s/n.
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