Para los inversionistas, el hecho de que el presidente electo, Enrique Peña Nieto, haya presidido cuatro mejoras en la calificación crediticia de su estado cuando fue gobernador de la entidad más poblada del país podría ser uno de los mejores indicadores de cómo les irá en los próximos seis años.
Durante los seis años que gobernó el Estado de México, Standard & Poor’s subió la calificación de la entidad desde “BB+” a “A-“, o cuatro niveles por arriba del grado de inversión. Las mejoras en la calificación se dieron porque Peña Nieto redujo la deuda como porcentaje de los ingresos e incrementó la recaudación fiscal.
Mientras que el Estado de México recibió mejoras en su calificación crediticia, la del gobierno federal cayó un nivel tanto para S&P, como por Fitch Ratings.
La capacidad de Peña Nieto para aumentar la solvencia de su estado más que la de ningún otro en el país muestra que el alza récord en los bonos de México no ha terminado.
MÁS QUE BUENAS INTENCIONES
Además, en favor de los inversionistas en México, está el hecho de que el presidente electo, quien tomará posesión el 1 de diciembre, ha prometido abrir la industria petrolera controlada por el Estado a mayor inversión privada, al tiempo que también buscará incrementar la recaudación fiscal con una reforma.
La rentabilidad de los bonos en pesos de referencia que vencen en 2024 ha caído 1.04 puntos porcentuales este año, más del doble que la caída promedio en el costo del financiamiento para los países en vías de desarrollo monitorizados por JP Morgan Chase.
“México experimentará importantes reformas en el próximo gobierno ya que no sólo tienen buenas intenciones, sino el poder de lograrlas”, dijo Gabriel Casillas, economista en jefe de Grupo Financiero Banorte. El historial de Peña Nieto de conseguir mejoras en la calificación crediticia “sin duda ayudará”.
La rentabilidad de los bonos en pesos mexicanos que vencen en 10 años podría caer hasta 80 puntos básicos, o 0.80 puntos porcentuales, a menos de 5%, de acuerdo con Casillas.
PREVÉN MEJORA
Banorte, Scotiabank y Corporación Actinver dijeron que México recibirá una mejora en su calificación crediticia durante el sexenio de Peña Nieto.
S&P y Fitch bajaron la calificación de México en 2009 un nivel a “BBB”, el segundo grado de inversión más bajo, porque la economía se contrajo 6.1% y la producción de crudo de Petróleos Mexicanos disminuyó. Moody’s ha mantenido la calificación de México intacta en “Baa1” desde el año 2000.
Peña Nieto redujo la deuda del Estado de México a 23.7% de los ingresos totales en 2010 desde 43.5% en 2004, de acuerdo con datos compilados por Moody’s, razón por la cual la calificación del Estado de México subió cuatro niveles a “Ba2” durante su mandato, que concluyó en 2011.
Asimismo, redujo el costo del pago de deuda como porcentaje de los ingresos a 4.7% en 2010 desde 9.1% en 2006, de acuerdo con Moody’s.
Cuando asumió el cargo, “la situación financiera era bastante mala y tuvieron que tomar decisiones muy duras”, dijo Daniela Brandazza, analista de S&P. “Realmente establecieron un programa muy duro”.
Mario Correa, economista de Scotiabank en la Ciudad de México, dijo que los legisladores probablemente implementarán los cambios económicos que Peña Nieto apoya, lo cual podría allanar el terreno para que México reciba una mejora en su calificación crediticia tan pronto como este año.
Esto podría desencadenar una caída de hasta 0.4 puntos porcentuales en la rentabilidad de los bonos gubernamentales, dijo.
ACUERDOS
Aunque el Partido Revolucionario Institucional (PRI) al que Peña Nieto pertenece no alcanzó la mayoría en el Congreso en las elecciones del 1 de julio, quizá llegue a acuerdos con el Partido Acción Nacional (PAN), al que pertenece el presidente saliente, Felipe Calderón, para lograr que las reformas económicas sean aprobadas, de acuerdo con Alonso Madero, quien colabora en la administración de activos por cinco mil 800 millones de dólares para Actinver.
Actualmente el Congreso está debatiendo una reforma laboral que facilitaría la contratación y el despido de trabajadores. Ambos partidos apoyan los componentes clave de la iniciativa.
“Parece que a diferencia de la actual administración, el nuevo gobierno finalmente podrá llegar a acuerdos debido a la composición del Congreso”, dijo. “Quizá haya acuerdos entre los distintos partidos, así que esa es la razón por la que hay más optimismo de que lo logrará”.
Madero dijo que espera una mejora en la calificación crediticia de México en el segundo o tercer trimestre del año próximo.
SECRETARIO DE HACIENDA
Luis Videgaray, el principal asesor del presidente electo, quien fue secretario de Hacienda del Estado de México durante el mandato de Peña Nieto, antes de convertirse en legislador federal, allanó el terreno para las mejoras en la calificación crediticia al refinanciar la deuda del estado en 2004 cuando trabajaba para el banco de inversión Protego, con sede en la Ciudad de México.
Sergio Luna, economista en jefe de Banamex, y Lisa Schineller, analista de calificaciones soberanas de S&P en Nueva York, dijeron que esperan que Videgaray se convierta en el secretario de Hacienda o el jefe de gabinete de Peña Nieto.
“El historial de Peña Nieto en el manejo de las finanzas del estado es francamente robusto”, dijo Videgaray en una entrevista en sus oficinas en la Ciudad de México. “Como gobernador nunca apostó al endeudamiento como estrategia para promover el crecimiento de su estado y no lo hará como presidente tampoco”.
México ya merece una mejor calificación, dijo.
Roberto Sánchez-Dahl, quien supervisa deuda de mercados emergentes por mil 400 millones de dólares para Federated Investment Management, dijo que para Peña Nieto será más difícil conseguir mejoras en la calificación crediticia a nivel nacional.
El PRI podría congelar la reforma laboral en la Cámara de Diputados si no aprueba los cambios en la transparencia de los sindicatos incluidos por el PAN en el Senado, dijo.
“La dinámica a la que se enfrentará a nivel federal es totalmente diferente”, dijo en una entrevista telefónica desde Pittsburg sobre las disputas entre ambos partidos con respecto a la reforma laboral. “Quizá tenga cierto impulso positivo que pueda aprovechar, pero no creo que podamos hablar todavía sobre su capacidad como jefe de Estado. Tiene que demostrarla”.