Frente al debilitamiento de grupos rivales, La posibilidad de que el Cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín El Chapo Guzmán Loera, consolide junto con sus aliados el dominio sobre las principales plazas y corredores de la droga a lo largo del país, no garantizará la disminución de la violencia ni de inseguridad.

 

Lo anterior es la conclusión de un análisis dado a conocer ayer por la firma de inteligencia estadunidense Stratfor, en el que se califica como un “mito” la creencia de que el El Chapo y sus lugartenientes y colaboradores sean menos violentos y sanguinarios que los miembros de otros grupos, como Los Zetas.

 

“Hay una percepción en ciertos sectores, de que la paz llegará con la consolidación del Cártel del Pacífico, pero esto no es necesariamente cierto (…) de hecho, tres de los cuatro estados mas violentos de México, como Chihuahua, Sinaloa y Guerrero, están en la zona de control de Guzmán Loera, indicó.

 

El artículo de Stratfor, denominado El Verdadero Chapo, subraya que no hay soluciones rápidas al problema de la inseguridad en México y también afirma que no hay razones serias para creer que un supuesto pacto gubernamental con el Cártel de Sinaloa traiga consigo un descenso criminal.

 

La agencia estadunidense, que periódicamente hace estudios respecto a la evolución de los cárteles del narcotráfico en el país, advierte que el Cártel de Sinaloa ha empleado históricamente la violencia como mecanismo para expandirse en el país, frente a los grupos rivales, lo que ha cobrado miles de vidas.

 

Por ejemplo, recordó la rivalidad en la década de 1990 con los hermanos Arellano Félix, por el control de las rutas de trasiego de droga en Tijuana, que trajo consigo balaceras y enfrentamientos en Jalisco, Baja California y Sinaloa.

 

Luego, con el arresto en 2003 del líder del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas Guillén, El Chapo vio una oportunidad para apropiarse de la plaza de Nuevo Laredo, Tamaulipas, por lo que a través de sus antiguos aliados, los hermanos Beltrán Leyva y sus sicarios, intentó incursionar en la zona, lo que trajo consigo tres años de fuertes enfrentamientos y ejecuciones en la región.

 

Stratfor recuerda, además, que el deterioro de Ciudad Juárez, el municipio con más homicidios de los últimos años, fue resultado de la incursión violenta de las células del Cártel de Sinaloa para arrebatar el territorio al Cártel de Juárez. Una situación que también ha comenzado a replicarse en la capital de Chihuahua.

 

Además, fue Guzmán Loera quien impulsó una alianza con células del Cártel del Golfo y de la Familia Michoacana para formar en 2010 la llamada Nueva Federación, a través de la cual se impulsaron violentos enfrentamientos con Los Zetas en el centro y norte del país.

 

Una situación similar ocurrió directamente en Veracruz, donde según los analistas estadunidenses, El Chapo patrocinó al Cártel de Jalisco Nueva Generación, responsable, entre otras cosas, del abandono de 35 cuerpos en una vía rápida del puerto.

 

Los casos de la brutalidad del Cártel de Sinaloa abundan, apunta Stratfor. Otra de sus células, conocidas como Los Negros, torturó y ejecutó recientemente a cuatro miembros de Los Zetas y luego enviaron el video con las imágenes al periódico Dallas Morning News.

 

“Cualquier examen detallado del Cártel del Pacífico deja en evidencia que su característica no es la civilidad; de hecho, la historia de los últimos años del conflicto entre cárteles revela que Guzmán Loera y sus aliados, han expandido la violencia en el país mas que cualquier otra organización”, concluye el análisis.