CIUDAD DEL VATICANO. La Congregación de los Legionarios de Cristo informó que El Vaticano ha aprobado de manera definitiva los estatutos de su universidad romana dedicada a las ciencias eclesiásticas, el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum.
En vísperas del 20 aniversario de la fundación de esa casa de estudios (que se celebrará en 2013) la Congregación para la Educación Católica de la Santa Sede concedió el decreto de aprobación, que lleva fecha del 6 de agosto, pero cuya existencia se dio a conocer hasta ahora.
Como explicó el sacerdote y rector, Pedro Barrajón, la universidad inició su existencia el 15 de septiembre de 1993 gracias al apoyo del papa Juan Pablo II y se trata del último ateneo pontificio erigido en Roma.
El Regina Apostolorum fue uno de los proyectos más deseados por el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel Degollado, quien ocupó el puesto de Gran Canciller de la misma durante años.
En el momento de su mayor poder Maciel, ahora recordado por su “doble vida” y sus delitos (incluidos abusos sexuales contra menores), movilizó muchos de los recursos a su disposición para hacer realidad la apertura del Ateneo.
Y lo logró, especialmente gracias al decidido sostén del entonces “número dos” del Vaticano y secretario de Estado, cardenal Angelo Sodano.
Esa ayuda la agradeció el propio fundador de los Legionarios el martes 11 de noviembre de 2003, en una ceremonia por el décimo aniversario de la universidad, en la cual el purpurado dictó la conferencia “La civilización del amor”.
“El P. Marcial Maciel dirigió el saludo al cardenal Sodano a nombre de toda la comunidad académica le agradeció el apoyo que ha brindado a la realización de este proyecto desde sus inicios hasta el presente y le ofreció un resumen de los frutos alcanzados”, reportó una crónica de aquel evento.
El aval del secretario de Estado fue determinante para que la Legión de Cristo lograse la autorización para constituir ese centro de estudios, algo que se concede sólo a una élite de comunidades religiosas.
En cierto sentido el rector Barrajón confirmó ésto al referirse, en una entrevista publicada por el sitio de internet de la congregación, a las dificultades que significó establecer ese centro educativo.
“El itinerario de aprobación de nuestro Ateneo fue laborioso, en el sentido de que hay que demostrar su necesidad, que hay un cuerpo de profesores suficientemente preparado, que tendrá alumnado”, indicó.
“Cuando se aprobó la Santa Sede creyó que la Legión, a quien se le confiaba, estaba preparada para llevar a cabo esta importante misión porque, obviamente, no se concede la aprobación de un Ateneo Pontificio por las buenas, pues es una gran responsabilidad que tiene la congregación o la institución que lo apoya”, agregó.