SALTILLO. Ayer fueron destruidos 450 minicasinos decomisados por la Policía Municipal de Saltillo, los cuales dejaban ganancias de hasta 160 mil pesos diarios, unos 60 millones al año de recaudación que iba a dar a las bolsas del crimen organizado que controlan este negocio en las tienditas de la ciudad.
Las maquinas tragamonedas fueron reunidas en las instalaciones del relleno sanitario, luego de que según explicó el mayor Clemente Yáñez, director de la corporación policiaca, se realizaron operativos por parte de los grupos GROMS y Cobra, inicialmente en comercios y mercados del centro de la ciudad, y luego en colonias de la periferia.
“Era parte de un cáncer que estaba contaminando a la ciudad. Son máquinas que encausaban a muchos menores de siete años, aprendiendo a jugar, induciendo a que en 10 años se volvieran asiduos concurrentes a Casinos”, expresó el mayor Clemente Yáñez.
Manifestó que la presencia de estos minicasinos, también afectaba directamente a los dueños de los negocios a donde les era impuesta la máquina por parte de miembros de la delincuencia organizada, quienes les colocaban los aparatos ocupándoles espacio y consumiendo energía eléctrica.
A la destrucción y confinamiento de los tragamonedas acudió el alcalde Jericó Abramo Masso, quien además expresó que la presencia de esas máquinas tragamonedas también ponían en riesgo constante a los menores de edad, dado que su manejo era por parte de delincuentes que acudían a esas tienditas con regularidad.
“De nada sirve que el Presidente de la República quiera entrarle si los alcaldes no hacen lo que les toca hacer. Esta chamba es trabajo de los municipios”, declaró Abramo Masso.
Hizo cuentas de la cantidad de recursos que se les están quitando de las bolsas a los miembros del crimen organizado, manifestando que cada máquina podía recaudar entre 150 y 160 pesos diarios, es decir alrededor de 160 mil pesos entre todas las que se han decomisado.
‘Veneno’ infantil
Los casinitos fueron decomisados de comercios del primer cuadro y de la periferia.
– Al mes dejaban ganancias de entre 4 y 5 millones de pesos.
– A los 12 meses las utilidades alcanzaban los 60 millones de pesos.
– No pagan rentas ni electricidad.
– Según autoridades municipales, las ganancias se utilizaban para pagar la nómina del crimen organizado.