Una mariposa monarca que se retrasó en su viaje recibirá trato real el lunes cuando Southwest Airlines lleve al solitario artrópodo de Nueva York a Texas, donde se reunirá con otras monarcas que comenzaron su travesía invernal hacia el sur hace tiempo.
Maraleen Manos-Jones fue la primera en ver al insecto a finales de septiembre cuando todavía estaba a la mitad de su metamorfosis, un simple capullo colgando bocabajo en los extensos mariposarios de su casa en Shokan, en el condado de Ulster, Nueva York. Manos-Jones, una experta en mariposas que hace décadas adoptó el nombre de “Señora Mariposa”, esperaba que la mariposa saliera dañada, como sucede frecuentemente cuando se tardan en desarrollar.
“Pero salió fabulosamente”, dijo Manos-Jones. “Es grande, esplendorosa y sana”.
Pero sus compañeras mariposas ya habían partido hacia el sur, y a comienzos de octubre ya era demasiado frío para que la recién nacida monarca se dirigiera hacia el sur por sí sola.
Las mariposas monarca son conocidas por los recorridos épicos que hacen cada invierno y primavera, volando miles de kilómetros (millas) desde Canadá y Estados Unidos hacia México. Es la única especie de mariposa que se conoce que migra de ida y regreso. La mayoría de las especias pasan el invierno como larvas, crisálidas o incluso adultas, pero las monarca no están preparadas para soportar los inviernos bajo cero de los climas del norte.
Una monarca típica vive dos meses, y les lleva de tres a cuatro generaciones completar su regreso al norte.
“Es tan fabulosa que merece estar en México con sus millones de hermanos y hermanas”, dijo Manos-Jones, quien comenzó a buscar una forma de llevar a la mariposa al sur. En su primer intento, la aerolínea Southwest Airlines aceptó llevarlas a ambas a San Antonio.