Más de la mitad de los 16 millones de trabajadores que cotizan en el IMSS tienen un sueldo igual o menor a tres salarios mínimos, por lo que son considerados deficitarios desde su incorporación al instituto, aseguró José Luis Carazo, representante del sector obrero ante el IMSS.

 

Durante la 103 Asamblea Ordinaria, Carazo reiteró que la crisis financiera del IMSS es grave y podría llegar a la quiebra en tres años, ya que atiende a 50 millones de afiliados y más de la mitad de las enfermedades consideradas de gasto catastrófico.

 

Además proporciona siete de cada 10 consultas externas, recibe más de la mitad de las urgencias nacionales y realiza la mitad de las pruebas de laboratorio y radiología que se hacen en todo el territorio.

 

Sin embargo, sólo recibió cinco mil millones de pesos del gobierno federal este 2012, mientras que al Seguro Popular se destinaron más de 50 mil millones de pesos, a pesar de que atiende al mismo número de pacientes, pero su catálogo de enfermedades es menor al del IMSS.

 

Esto ha llevado a que exista, no sólo un déficit monetario, también de camas en hospitales y de médicos, que han ocasionado una saturación en los servicios, calendarizar las cirugías para meses después y quejas constantes del paciente.

 

Ante esta situación, Carazo dijo que la situación financiera del IMSS se solucionará si le retiran los programas que no le corresponde atender, por lo que pidió atención prioritaria por parte del gobierno.