Con una gala en el Alcázar del Castillo de Chapultepec hoy por la noche se inaugura la Primera Sesión Plenaria del Consejo Nacional del Grupo Financiero Banorte que preside el ex gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz.
Por el programa difundido por el grupo, no cabe duda que será la reunión bancaria del año. Atrás quedará la convención anual de los banqueros tan venida a menos en los últimos años con unos programas anquilosados y faltos de imaginación y ganas. Y seguramente que el de Banorte, por la cartelera de estrellas que ha presentado, será un evento con más difusión mediática que las tradicionales reuniones anuales de consejeros que celebran BBVA Bancomer y Banamex, los mayores bancos del país.
Y es que no se escatimó nada; ni recursos, ni influencias. La estrella de la inauguración (¿quién más?) será el presidente electo Enrique Peña Nieto quien en tres semanas tomará posesión como el nuevo presidente de México. Con él desfilarán costosos conferencistas internacionales y protagonistas de primera línea del mundo político y financiero como Alan Stoga, Alan Greenspan, Felipe González, Michel Camdessus, Ricardo Lagos y Ernesto Zedillo. También estarán allí participando los no menos taquilleros conferencistas locales Federico Reyes Heroles, Carlos Elizondo Mayer-Serra y Herminio Blanco. Curiosamente no estará el presidente Felipe Calderón en el cierre del evento, sino que asistirá en su representación el secretario José Antonio Meade.
Es un evento mediático, para hacerse notar. Que marca un nuevo estilo de “hacer las cosas” en el grupo financiero bajo la presidencia de Guillermo Ortiz desde el 1 de marzo de 2011 y ya sin la presencia de Roberto González Barrera, el presidente vitalicio quien falleció el 25 de agosto pasado. En ese sentido Ortiz no niega su largo paso por la burocracia pública. En los últimos meses Banorte duplicó la estructura de los tradicionales consejos metropolitanos que mantenía y las zonas de operación en las que había dividido el territorio nacional. Ahora, además, se crea un Consejo Nacional -dice el boletín de prensa- “para apoyar a la presidencia del Consejo” que ocupa Ortiz.
Pero más allá de los cambios organizacionales y de formas en esta nueva etapa que vive Banorte, tampoco se pueden olvidar los viejos intereses del pasado que reviven a través de Carlos Hank Rhon, octavo en la lista Forbes de los más ricos de México, y esposo de Graciela González Moreno, heredera e hija del fallecido presidente vitalicio de Banorte. Todavía se recuerdan los diferendos durante los pocos más de cinco meses de 2003 cuando Carlos Hank González -actual director general del grupo financiero Interacciones, nieto de Roberto González Barrera e hijo de Carlos Hank Rhon- asumió como director general adjunto de Banorte en una clara intención de El Maseco por consolidar la conducción de Banorte en su familia. El movimiento no prosperó ante la versión propalada de que Interacciones tomaría el control de Banorte despertando la furia de El Maseco. Nueve años después los vientos de aquel episodio no se han disipado del todo y, ante el fallecimiento de González Barrera, un juego de vencidas parecido sigue rondando la oficina del ahora presidente de Banorte.
Lo dicho, la fiesta que comienza hoy es para hacerse notar. Que Banorte va en grande con Ortiz a la cabeza.
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