NUEVA YORK. Los neoyorquinos que votaron debieron soportar largas filas, confusión al momento de emitir su sufragio y, en algunos casos, ubicar casillas electorales improvisadas, lo que fue calificado por algunos como un proceso del “Tercer Mundo”.

 

“Me la he pasado escuchando: ‘¿Qué es ésto, un país del Tercer Mundo?'”, dijo el propio alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, a la prensa, tras hacer una breve descripción y una aguda crítica de la mecánica para votar en la ciudad, afectada por la tormenta Sandy.

 

El sistema resultó confuso y variaba de casilla en casilla, y varias personas se quejaron de haber esperado hasta tres horas para votar en los distritos de Brooklyn y Queens.

 

Incluso en la zona del Upper East Side, la zona este de los altos de Manhattan, la espera para sufragar fue hasta de media hora.

 

Pese a la mala experiencia, Bloomberg llamó a los electores a que “sean pacientes con las filas en los centros de votación. Vale la pena la espera para ser parte del proceso”.

 

La experiencia para otros votantes fue más complicada, debido a que la Junta Electoral del estado de Nueva York publicó cambios en la ubicación de 250 casillas electorales debido a los daños causados por el huracán Sandy.

 

Los votantes en esas zonas debieron consultar en la página de Internet de este organismo la nueva ubicación de su casilla electoral, lo que generó confusión.

 

De acuerdo con reportes de prensa, algunas casillas en sitios severamente dañados por Sandy, como en Rockaways, Brooklyn, abrieron más tarde, no contaban con boletas al momento de abrir, o los lectores electrónicos de las papeletas no funcionaban.

 

Conforme transcurrió la jornada, el número de quejas pareció disminuir.

 

Para contrarrestar los cambios en las casillas electorales, el gobierno local ofreció transporte gratis para las miles de personas afectadas por la decisión.

 

El gobernador del estado, Andrew Cuomo, había informado que todas aquellas personas en zonas afectadas por Sandy podrían votar en cualquier casilla de su preferencia.

 

El ejercicio democrático de este martes pareció devolver cierta normalidad a la ciudad, luego que Sandy dejó aquí 41 muertos, más de 91 mil viviendas aún sin energía eléctrica, y de que 40 mil individuos perdieron su vivienda.

 

Pese a la importancia de estas cerradas elecciones, el voto de los neoyorquinos no reviste gran importancia para la elección de presidente.

 

El estado es considerado un bastión del Partido Demócrata, y el presidente Barack Obama tiene más de 60% de las preferencias de voto, contra menos de 40% de su rival republicano Mitt Romney.

 

De acuerdo con el sistema político de Estados Unidos, el candidato con más sufragios en un estado obtiene todos los votos electorales de tal entidad.

 

En todo caso, el voto emitido este martes por los neoyorquinos será relevante en realidad en las elecciones para el Senado local, congresistas locales y jueces.