Horas antes de dictar una sentencia, un comando secuestró a un juez para obligarlo a cambiar su fallo y liberar a un capo. El Ejército intervino, lo custodió hasta el juzgado donde emitió su veredicto condenatorio y después lo sacó de la ciudad. Así le salvó la vida.

 

Juan Silva Meza, presidente del Poder Judicial Federal, reconoció ayer que debido a que ha escalado la violencia contra jueces, han tenido que recurrir a la protección militar.

 

En conferencia, reconoció que las medidas de protección para los juzgadores han tenido que ser mayores. Han pasado a usar vehículos blindados, firmar convenios con la Policía Federal para el uso de escoltas de la SSP y, en casos extraordinarios se ha pedido la custodia de militares.

 

En conferencia, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) admitió: “sí tenemos eventos que, han inclusive, generado hacer alguna petición, inclusive al Ejército Mexicano para que en un determinado momento acompañe a algún juez a dictar una resolución”.

 

Narró que hace poco tiempo, un juez fue levantado la noche anterior al cumplimiento de un término constitucional para dictar una sentencia. Fue secuestrado y amenazado en relación con la resolución que iba a dictar al día siguiente. “Yo voy y la dicto, nada más que me lleven”, pidió el juzgador.

 

Al día siguiente, el juez fue acompañado por el Ejército Mexicano, resolvió en el término constitucional como lo tenía previsto. Ese mismo día se autorizó su cambio de adscripción y se le sacó de ese lugar por el Consejo de la Judicatura.

 

Con esta revelación, el ministro Silva Meza contextualizó que hace diez años era menos complicado tener a su cargo un expediente relacionado con un asunto de delincuencia organizada, pero en los últimos años la situación ha cambiado a tal grado que un juez debe sentenciar “al capo del momento”.

 

“Algo que era nunca visto en los últimos años; pero los últimos años son diez yo creo, cuando menos, que los jueces tuvieran mayor protección, más allá de su ángel de la guarda”.

 

Silva Meza sostuvo que el trabajo de los jueces, en los tiempos actuales, es muy complicado. “Es muy complicado por las situaciones que se presentan en el país: la inseguridad, la violencia, el crimen organizado, están presentes, esos son hechos reales, son hechos ciertos”.

 

Silva Meza subrayó que el tránsito de la amenaza a la actualización de la amenaza no es frecuente.

 

Cambios obligados

 

Y con respecto al ejercicio ordinario de los jueces en el país, dijo que este ahora se basa en el mapa de riesgo que existe en el Poder Judicial Federal. De esta manera, en función de esos mapas han modificado horarios de trabajo.

 

“Hay lugares en la República Mexicana donde hay un acuerdo para que en ciertos estados, Circuitos Judiciales como nosotros les llamamos, interrumpan sus labores o prescindan por cuestiones de género, que sean las mujeres las que estén por la tarde o por la noche, y que sea lo indispensable, pero es en función de esos mapas de riesgo, sí los tenemos, sí los vivimos”, dijo.