NUEVA YORK. Los habitantes de Nueva York y Nueva Jersey, recientemente castigados por el huracán Sandy, aguardan la llegada de una nueva tormenta, y algunos de ellos recibieron avisos de evacuación por segunda vez en dos semanas, aunque el nuevo fenómeno seguramente no tendrá la fuerza ni la peligrosidad del anterior meteoro.
En Nueva York, el alcalde Michael Bloomberg ordenó a la policía que utilice los altavoces de sus vehículos para advertir a los pobladores de zonas vulnerables que evacuen sus viviendas, una de las medidas adoptadas por las autoridades.
“Pese a que no es tan potente como Sandy —sin la fuerza, en condiciones normales, para ordenar una evacuación_, como medida cautelar, debido al cambio de las circunstancias físicas, iremos a las mismas zonas concretas para alentar a los residentes a que se trasladen a zonas más elevadas”, dijo el martes el alcalde Bloomberg.
La Agencia Federal para Manejo de Emergencias dijo que en la zona de Nueva York y Nueva Jersey las personas que han quedado sin hogar suman 95 mil y podrían recibir asistencia habitacional de emergencia. En Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, más de 277 mil personas se inscribieron para recibir esa ayuda, agregó la agencia.
Aunque los funcionarios de Nueva York pidieron a los residentes de zonas bajas que se trasladen a otras más elevadas, algunos se negaron y decidieron encarar la nueva tormenta incluso entre los pocos enseres que les dejó Sandy.
Los meteorólogos indicaron que la nueva tormenta que se desplaza por el Atlántico desde la Florida seguramente se adentrará en alta mar y se alejará de la costa antes de lo pronosticado.
Las marejadas a lo largo de la costa de Nueva York y Nueva Jersey podrían alcanzar casi un metro (3 pies), una magnitud que resulta entre la mitad y un tercio a la alcanzada la semana pasada por Sandy. Aunque ello ocasionaría solamente pequeñas inundaciones, seguramente creará casos de erosión en la costa de Nueva Jersey y en Long Island, donde Sandy demolió algunas dunas de protección costera.