La próxima administración federal desaparecerá la Secretaría de Seguridad Pública, creará un zar de inteligencia y la gendarmería se conformaría por los militares que actualmente realizan tareas de seguridad pública, de acuerdo con un documento de reorganizacion del gabinete que le fue entregado a Enrique Peña Nieto por sus asesores.
La decisión de desaparecer esa dependencia fue propuesta por los expertos en su equipo de transición y asesores extranjeros, así como la forma en que se llevará a cabo y cómo se acoplarán sus tareas en el gobierno federal. Por el momento prevalecen dos propuestas, muy similares, y se concentran en la prevención como estrategia fundamental.
La definición sobre cuál prevalecerá se concentra en el presupuesto, que significará implementar cualquiera de esos dos cambios y los recursos que se tengan disponibles para implementarlos. Peña Nieto y su equipo están por definir, en los próximos días, el proceso que seguirá para desaparecer la SSP federal e implementar los cambios.
Fuentes del equipo de transición, así como de la SSP y Marina consultadas por 24 HORAS, dijeron que se llevarán a cabo estos cambios en cuanto el mexiquense asuma la Presidencia. En la elaboración de las propuestas han participado varios especialistas mexicanos y extranjeros, entre ellos Jorge Tello Peón y el general colombiano Oscar Naranjo, sumados al equipo de transición.
LA TRANSFORMACIÓN
De acuerdo con información recabada por este diario, la mayor parte de las tareas que concentra actualmente la Secretaría de Seguridad federal se enviarán a la Secretaría de Gobernación.
Una de las primeras propuestas señala que la SSP desaparece para dar paso a la Secretaría de Seguridad Ciudadana, que surgiría de la fusión de la mayoría de las tareas administrativas que tiene la actual con el trabajo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
En esta propuesta, dicha Secretaría Ciudadana no contará con capacidad operativa en campo; es decir, no tendrá a su disposición a la policía, la cual se trasladaría a Gobernación, junto con el área que controla el sistema penitenciario y de derechos humanos, que se constituirían, cada una, como una subsecretaría.
Uno de los puntos en que en ambas propuestas se está de acuerdo es en la creación de la gendarmería, a la cual se prevé integrar a todos los militares que actualmente realizan tareas de seguridad pública.
En la segunda propuesta, la SSPF desaparece completamente y se consolidan, dentro de Gobernación, las siguientes áreas a nivel subsecretaría: la de gendarmería, el zar de inteligencia que coordinaría al Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) y a todas las áreas de inteligencia desde un centro de mando, ubicado en el estado de Nuevo León; la subsecretaría en temas penitenciarios, el secretariado ejecutivo y el de derechos humanos.
En este caso el CISEN quedaría por primera vez como un órgano descentralizado, como secretario técnico del gabinete del presidente y sin capacidad reactiva. Plataforma México quedaría a cargo de la Secretaría de Gobernación.
En todos los cargos se nombraría a personas que por su trayectoria puedan fortalecer esas áreas, eliminar la burocracia, que consideran se ha acumulado y se concentren en prevención, partiendo de tareas inteligencia y capacidad operativa, pero cada subsecretaría realizando sus tareas correspondientes.
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