Hasta el momento suman tres los decesos de mexicanos provocados por el huracán Sandy en la zona metropolitana de Nueva York, donde al menos 120 familias de esa nacionalidad perdieron su casa por el meteoro.

 

El cónsul general de México en Nueva York, Carlos Sada, informó además que estima que la cifra de damnificados aumente en los próximos días.

 

“Van a seguir aumentando los damnificados mexicanos, es algo que de alguna manera teníamos previsto conforme pasara la emergencia coyuntural en que se atendieran las necesidades básicas”, estableció Sada en entrevista con Notimex.

 

A la tragedia que supone quedar sin vivienda, para muchos mexicanos sin documentos en Nueva York se ha añadido además la pérdida del empleo por daños a su lugar de trabajo, lo que los deja sin ningún seguro o recurso al cual acudir.

 

El huracán Sandy causó en Nueva York la muerte de 41 personas, de acuerdo con la policía local, la mayor cifra entre los 113 decesos provocados por este fenómeno en todo Estados Unidos.

 

Asimismo, se calcula que unas 40 mil personas se quedaron sin hogar, y a una semana del fenómeno meteorológico unas 650 mil personas continúan aún sin luz eléctrica en la zona metropolitana de Nueva York.

 

El diplomático mexicano en Nueva York manifestó que a diario se contabilizan unas ocho o 10 familias adicionales de mexicanos, cuyas viviendas fueron severamente dañadas y que requieren de asistencia urgente para encontrar un lugar a donde vivir.

 

El consulado mexicano informó que hasta el momento ha otorgado asistencia a 300 personas, cuyas viviendas fueron dañadas.

 

También ha otorgado ayuda económica directa –mediante un fondo de la Secretaría de Relaciones Exteriores– a 120 personas en situación de indigencia, que se quedaron sin ningún fondo tras el huracán.

 

Los mexicanos que murieron por el meteoro fueron identificados por el consulado como el poblano Ubaldo Cruz Martínez, de 39 años, quien murió ahogado; el guerrerense Amadeo Gutiérrez, de 38 años, que falleció cuando le cayó una rama de árbol desprendida por el huracán.

 

También identificó al oaxaqueño Víctor Hugo Solano Hernández, de 28 años, quien sufrió un infarto mortal por la impresión que tuvo al presenciar la tempestad.