La Cámara de Diputados avaló la minuta de reforma laboral por segunda ocasión, con la diferencia de que fueron aprobados los artículos sobre democracia y transparencia sindical, al tiempo que desechó el referente a quien detenta la titularidad del contrato colectivo de trabajo (388 bis).

 

La minuta fue enviada al Senado de la República para su revisión y si la Cámara alta la aprueba se turne al Ejecutivo para su publicación.

 

Con 361 votos a favor, 129 en contra y cero abstenciones fue aprobado el dictamen en lo general, mientras que de los ocho artículos modificados por el Senado, cuatro quedaron intactos (364 bis, 365 bis, 391 bis y 424 bis), dos sufrieron cambios en la redacción (371 y el 373) y dos más se eliminaron (388 bis y 390).

 

A pesar de que los diputados de PRD, PT y Movimiento Ciudadano insistían en que el dictamen traicionaba a la clase trabajadora y violaba sus derechos, las fracciones de PRI, PAN, PVEM y Nueva Alianza ganaron la votación de la reforma a la Ley Federal del Trabajo y señalaron que la aprobación de la transparencia y democratización de los sindicatos es un gran paso hacia la competitividad y la generación de empleos.

 

El pleno rechazó incluir en el dictamen los artículos 388 bis y 390 como lo habían solicitado PRD, PT, Movimiento Ciudadano y PAN; de acuerdo con los legisladores, esos artículos daban al trabajador la posibilidad de elegir al sindicato que les represente en la firma de contratos colectivos.

 

Mientras lo anterior ocurría en el salón de sesiones, un grupo de diputados se reunía por separado con representantes de los grupos sindicales encabezados por Martín Esparza, secretario del Sindicato Mexicano de Electricistas, quienes se encontraban manifestándose a las afueras del recinto legislativo, y que solicitaban se cancelara la discusión del dictamen debido a que no se les había tomado en cuenta en la reforma laboral.

 

Al enterarse los trabajadores que se encontraban en los alrededores de San Lázaro se implementó de inmediato un operativo de seguridad que impedía la entrada o salida del inmueble, que fue resguardado por elementos de las policías capitalina y federal.

 

Durante el debate, el PAN hizo alianza tanto con el PRI como con las izquierdas, lo que le trajo como consecuencia que diputados como José Luis Muñoz, del PRD, y Alfonso Durazo, de Movimiento Ciudadano, lo acusaran de tener “doble moral”.

 

Al final de la sesión, el coordinador de la bancada tricolor, Manlio Fabio Beltrones, asentó que su partido está complacido por los acuerdos alcanzados, mientras que el líder albiazul, Alberto Villarreal, afirmaba que se sentía como “mujer golpeada” pero “estamos contentos”, debido a que el PAN cumplió y votó con las izquierdas como había acordado.

 

A su vez, el coordinador del PRD, Silvano Aureoles, indicó que con las modificaciones de redacción que se hicieron a la minuta no se rompe la alianza con el blanquiazul. “En este terreno de los acuerdos políticos, los que hoy son tus aliados, mañana son tus adversarios y al revés”.