En un contexto en el que México tiene mucho menos representaciones en el exterior que otros países pares, casi 30% de las 75 embajadas mexicanas son ocupadas por políticos, panistas o empresarios que no pertenecen al Servicio Exterior de Carrera y que fueron colocados en el cargo en los sexenios panistas. En total, 19 embajadas están ocupadas por personajes ajenos a este cuerpo permanente de funcionarios profesionalizados, encargados de ejecutar la política exterior mexicana y de representar al Estado en el extranjero.
Si bien los nombramientos políticos están previstos en el Artículo 89 de la Constitución y son facultad del Presidente de la República, el número de “foráneos” ha sido mayor que en otros sexenios.
“No estamos en contra de los nombramientos políticos, sino en la cantidad, porque cuando llenas las plazas con nombramientos políticos le estás creando tapones al escalafón del servicio y no pueden ascender. Y el costo real es para el país.
“Las plazas del servicio deben ser para el servicio, somos los mismos que en 1978”, asegura uno de los miembros de este cuerpo diplomático.
México cuenta con poco más de 150 representaciones en el extranjero (sumando embajadas y consulados). No obstante, es miembro del G20 -que aglutina a las principales economías del mundo, como Brasil, India, Rusia, China y Sudáfrica- y las otras naciones de este grupo tienen, en promedio, 209 representaciones.
Entre los panistas que ocupan puestos diplomáticos están Francisco Barrio, ex gobernador en Chihuahua, designado embajador en Canadá en 2009; Gabriel Jiménez Remus, ex diputado panista, que despacha en Cuba, y Fernando Estrada Sámano, también ex legislador y ex candidato albiazul. Él ocupa la embajada de Paraguay.
Otros ejemplos son el ex secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, nombrado por el presidente Felipe Calderón como embajador en España este mismo año, y Eduardo Medina Mora, ratificado por el Senado en 2009, como representante en el Reino Unido.
Según la iniciativa de reforma a la Ley del Servicio Exterior Mexicano, que permanece en la congeladora en San Lázaro, el número de miembros de este servicio se ha reducido en los últimos 25 años, no obstante que las relaciones internacionales del país se han multiplicado.
Hasta el momento, el número de miembros es de mil 168, quienes tienen que atender tareas de seguridad nacional, medio ambiente, derechos humanos, migración, desarrollo, economía, etc.
También, durante las administraciones panistas, el Ejecutivo nombró a embajadores que sobrepasan la edad de jubilación, que es de 65 años y que, además, tampoco pertenecen al cuerpo diplomático mexicano.
Ejemplos de esto son el embajador de la Santa Sede, Héctor Federico Ling Altamirano, o el de Cuba, Gabriel Jiménez Remus.
En este sentido, miembros de la diplomacia buscarán que esta legislatura recién iniciada retome esta iniciativa de reforma, la cual fue aprobada en comisiones por la Cámara de Diputados pero nunca subió al pleno.
Dicha reforma busca acotar a 15% el porcentaje de espacios a designaciones presidenciales de embajadores y cónsules generales que no sean miembros de este servicio.