Estimados lectores:
El puente, para quienes lo pasamos en México, estuvo delicioso, no hubo nada de tráfico ni de gente. Es justo en estas ocasiones cuando podemos aprovechar para ver y hacer todo lo que no se puede hacer en días cotidianos; así que para celebrar el Día de Muertos me pareció una buenísima idea hacer un recorrido de ofrendas.
Dentro del recorrido, primero visite el Museo Dolores Olmedo. El Altar de Muertos de este año estuvo dedicado a los estados de Nayarit, Jalisco, Colima y Michoacán, donde se tenía en común el culto mortuorio de entierro en tumbas de tiro.
Posteriormente, me fui al Museo Diego Rivera Anahuacalli, donde disfruté de la megaofrenda en honor a la vida y obra de este gran artista mexicano, ¡está estupenda!
Otro altar que estuvo impresionante fue el de la Universidad Nacional Autónoma de México, todos los años las islas de Rectoría se llenan de color y se convierten en un escenario de varias ofrendas, que tanto las facultades como las escuelas preparan para los visitantes. Este año su tema fue Los indios de México: Fernando Benítez. Quienes fuimos a visitarla pudimos celebrar como ¡pumas!
Para mi gusto, esta tradición es una de las más bonitas e interesantes que tiene México; el colorido, el simbolismo, las artesanías y demás ofrendas que se pueden apreciar en los altares, hacen que cada uno sea único e irrepetible. Tan es así que la Unesco ha declarado esta festividad mexicana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
La celebración del Día de Muertos como es conocida popularmente, es una de las celebraciones más importantes de México, y se realiza en el mes de noviembre. Según el calendario católico, el día primero está dedicado a Todos los Santos y el día dos a los Fieles Difuntos. En estas dos fechas se llevan a cabo rituales para rendir culto a nuestros antepasados.
Los orígenes de esta celebración son anteriores a la llegada de los españoles. Hay registro de estas celebraciones en varias culturas como la mexica, la maya, la purépecha y la totonaca, entre otras. Las festividades eran presididas por la diosa Mictecacíhuatl, conocida en ese entonces como la Dama de la Muerte y que actualmente relacionamos con La Catrina, personaje del caricaturista José Guadalupe Posada, cuyo nombre original es La Calavera Garbancera.
Los garbanceros eran personas con sangre indígena que vendían garbanza, ellos aspiraban a ser europeos y renegaban de su propia raza y costumbres. Posada satiriza con este personaje a los garbanceros, pues es una calaca sin ropa, pero con un sombrero muy elegante. Fue Diego Rivera en su mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, quien vistió por primera vez a la que llamó Catrina, convirtiéndola así en un personaje popular mexicano que se identifica como la muerte; puede mostrarse de muchas formas, vestida de diferentes maneras, o desvestida, de azúcar o de papel.
El ritual del Día de Muertos tiene una enorme trascendencia popular, es en este día en el cual las almas de los parientes fallecidos regresan a casa para convivir con los familiares vivos y para nutrirse de la esencia del alimento preparado por sus familiares y que se ofrece en los altares.
Todos los materiales utilizados para hacer estos altares, tiene un significado especial. La flor de cempasúchil, cuyo color amarillo fuerte representa la luz indica a las almas el rumbo que deben de seguir para llegar a casa. Los cuatro cirios en cruz representan los cuatro puntos cardinales, de manera que el ánima pueda orientarse hasta encontrar su camino. También se pone una cruz de tierra para recordarle al difunto su fe. Todo esto siempre adornado con papel picado y por supuesto Catrinas.
Como dato curioso les platico que la flor de cempasúchil, en los pueblos de México se usa para dolores de estómago.
Desgraciadamente debido a la fuerte influencia de los Estados Unidos, la tradición de Día de Muertos se ha visto remplazada por la presencia de la fiesta de Halloween, la cual se celebra cada año con más frecuencia y en un mayor número de hogares.
¿Qué es el Hallowen? All Hallows’ Eve, es también conocido como la Noche de Brujas o Noche de Difuntos, y significa víspera de todos los santos. Es una fiesta de origen celta que se celebra principalmente en los Estados Unidos, Canadá, Irlanda, Reino Unido y en países no anglosajones como México en la noche del 31 de octubre. En 1840 esta costumbre llega a los Estados Unidos, donde queda fuertemente arraigada, siendo los inmigrantes irlandeses quienes difundieron la práctica de tallar la calabaza gigante hueca con una vela dentro.
El día se asocia a menudo con los colores naranja, negro y morado. Las actividades típicas de Halloween son el famoso truco o trato, que es el ir a pedir de casa en casa dulces a cambio de no hacer maldades. En México existe una versión denominada Calaverita en la que los niños van de casa en casa pidiendo ¿me da mi calaverita? en lugar de ¿truco o trato? pretendiendo recibir dulces o regalos.
La internacionalización de Halloween se produjo a finales de los años 70 y principios de los 80 gracias al enorme despliegue comercial de artículos para estas fiestas, publicidad de las grandes empresas dulceras, el cine y las series de televisión estadunidenses, además de la gran colonia norteamericana que vive en nuestro país.
Hagamos de nuestras maravillosas tradiciones una costumbre y sobre todo tratar de inculcarlas en nuestros hijos para que no desaparezcan.
Hasta la próxima