La fiscalía nicaragüense que lleva el caso de los 18 mexicanos detenidos en este país centroamericanos acusados de narcotráfico, lavado de dinero y crimen organizado y que estaba programada para llevarse a cabo a las nueve de la mañana, se pospuso tres horas, es decir se llevará a cabo a las 12 del día por motivos de seguridad.

 

De acuerdo a medios locales, los Juzgados de Nejapa en donde se llevará a cabo el proceso, funcionan hasta la una de la tarde, por lo que al medio día hay menos usuarios, lo que ayudará a controlar los accesos y sobretodo salvaguardar la seguridad de los acusados, los juzgadores e incluso los medios de comunicación.

 

Las extremas medidas de resguardo en el edificio judicial incluyen el establecimiento de un cordón en la zona y limitaciones de acceso al público en horas de la tarde.

 

Por razones de seguridad también, la audiencia del juicio, que estaba programada para el 3 de diciembre entrante, fue adelantada para hoy, por considerar a los extranjeros “de alta peligrosidad”, según declaró el juez de la causa, Édgard Altamirano.

 

La Fiscalía citará a tres testigos “sin rostro” entre aproximadamente una decena que rendirán su declaración en contra de la banda, presuntamente ligada al cártel de los Zetas.

 

Declararán oficiales de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), de Migración y personal del hotel donde se alojaron los acusados en calidad de “retenidos” luego de su detención el 20 de agosto.

 

Los seis abogados defensores han rechazado la acusación de lavado de dinero y, según la letrada Johanna Fonseca, se trataría de un delito de defraudación aduanera al intentar introducir la cantidad de dinero sin rendir su declaración fiscal, como lo establece la ley.

 

La caravana de camionetas había recorrido Centroamérica desde 2010 burlando los controles policiales en tres países de la región y existen ingresos a Costa Rica por el aeropuerto internacional de esa nación, de acuerdo con las versiones oficiales.