BRASILIA. El Tribunal Supremo de Brasil sentenció hoy a tres dirigentes del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) por su participación en actos corruptos denunciados en 2005 y los condenó a penas que sumadas llegan a 26 años y ocho meses de cárcel.
Aunque no estaba previsto que se analizará hoy su caso, el juez instructor Joaquim Barbosa comenzó la sesión por la condena contra el exministro José Dirceu, considerado en la época como la “mano derecha” del entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La pena establecida para el influyente exministro fue de diez años y diez meses de cárcel, mientras que la corte fijó en seis años y once meses la condena del expresidente del PT José Genoino.
Asimismo, el tribunal sentenció a ocho años y once meses de cárcel al antiguo tesorero de esa formación Delubio Soares, otro de los miembros de la cúpula del PT que tuvieron una participación activa en la trama de corrupción.
Según estableció la corte durante la fase procesal, que comenzó el 2 de agosto pasado, cuando Lula ganó las elecciones de 2002, que lo llevaron por primera vez al poder, el PT estructuró una red de corrupción que se valió de recursos públicos, sobre todo de la Cámara de Diputados y del estatal Banco do Brasil.
El dinero desviado de esas instituciones a través de una compleja trama financiera fue utilizado para financiar campañas políticas en forma ilegal y también para “comprar” el apoyo parlamentario de cuatro partidos que garantizaron al Gobierno de Lula la mayoría en el Congreso que no había obtenido en las urnas.
Según analistas políticos, por la llamada “Ley de la ficha limpia”, aprobada en 2010, la condena a los tres exdirigentes del PT les impedirá disputar cargos de elección popular durante los próximos 18 años, es decir hasta 2031.
Reacciones
Por su parte, José Dirceu dijo que la condena agrava la “infamia” del juicio y acusó al Tribunal Supremo de violar la Constitución.
En una carta titulada “Injusta sentencia”, colgada en su blog, Dirceu defendió su inocencia tras conocer la pena que le aplicó el Supremo Tribunal Federal en el llamado “juicio del siglo”, proceso que juzga una trama de recaudación de recursos públicos urdida por el Partido de los Trabajadores (PT) que sirvió para sobornar a políticos a cambio de apoyo parlamentario.
“No me callaré y no me conformo con la injusta sentencia que me fue impuesta. Lucharé incluso cumpliendo pena”, aseguró el político, quien en la carta recordó su pasado de defensa de la democracia y su oposición a la dictadura militar brasileña. (EFE)