José Luis Crespo de las Casas, empresario de origen español, denuncia que la autoridades mexicanas no han hecho lo suficiente para hallar a su hijo quien fue secuestrado en el occidente de México desde hace más de nueve meses, incluso señala que por indagatoria propia supo donde tenian a su hijo al menos tres ocasiones y la autoridad no lo rescató.

 

“Hubo tres veces que lo localicé y en ninguna se hicieron operativos”, contó el industrial originario de Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias, quien lleva 33 años residiendo en el país donde desarrollo una empresa de fertilizantes naturales. El secuestro de Jose Luis Crespo Llabres, de 36 años, se produjo el 4 de febrero en el municipio de Tepic, Nayarit.

 

Fue levantado cuando se encontraba lavando su auto en la puerta de casa. Llegaron unas personas en una camioneta y se lo llevaron. La última vez que supo algo directamente de su hijo fue cuatro días después, cuando se lo pusieron al teléfono y le confirmó que estaba bien.

YA REVENTÉ

 

“Al principio la policía pensó en que se llevara callado el caso, pero ya reventé”. Voy a todos lados porque no tengo noticias de él, añadió el empresario y padre de otros tres.

 

Al momento del secuestro el empresario decidió no denunciar el caso, pero tras el envío de la extremidad  acudió a un general de la zona militar de Tepic y también a la fiscalía del estado, quienes le recomendaron que les diera parte del dinero.

 

Crespo de las Casas pagó parte del rescate que le pidieron, asesorado por el subprocurador de Justicia del Estado, Edgar Veytia, y presionado por constantes llamadas de teléfono y amenazas que llegaron a cumplirse.

“Me llamaron y me dijeron que me asomara a la puerta principal de mi casa, me asomé y ahí estaba la oreja de mi hijo”, explicó el español.

Le pedían 8 millones de pesos y acabó pagando 540 mil pesos, que depositó junto a una carretera en la que los secuestradores lo citaron.  Después lo llamaron  y le dijeron que habían contado el dinero y lo citaron en otro lugar para supuestamente recoger a su hijo.
“Fui a buscarlo y no aparecieron, estuve más de tres horas hasta que vino la policía y me dijeron que me marchara”, contó.

Harto de que no hubiera nada oficial ni siquiera por parte de la Embajada de España en México, ha decidido contarlo a los medios de comunicación. (EFE)