PARÍS. El Presidente francés, François Hollande, rindió ayer homenaje a los caídos por Francia el día en que se conmemora el armisticio de la Primera Guerra Mundial, la “Gran Guerra” para los galos, en medio de una polémica entre políticos e historiadores.
Hollande recordó bajo el Arco de Triunfo en París a “todos los muertos por Francia”, tal como el Parlamento francés decidió el pasado febrero, cuando se cumplen 94 años del armisticio con el que acabó la contienda que costó la vida a 1,4 millones de franceses.
El presidente estuvo al frente de una ceremonia que se repite hoy en Francia en numerosas localidades, un total de unas ochocientas en todo el territorio, según comunicó el Ministerio de Defensa, que recordó que el 11 de noviembre “se ha convertido progresivamente en el día de homenaje oficial a todos los muertos por Francia”.
Este año se destacaron los últimos fallecimientos de soldados galos en los doce meses pasados en operaciones exteriores en las que están comprometidas fuerzas militares francesas en varios países.
En total, unos diez mil militares participaron en los actos que recordaron en Francia ya no solo la tragedia que desangró al país en la Primera Guerra Mundial (1914-1918) sino también a los caídos en otras contiendas, un propósito que está lejos de reunir la unanimidad de políticos e historiadores.
Ya el anterior jefe del Estado, el conservador Nicolas Sarkozy, molestó visiblemente a muchos al anunciar su intención de hacer del 11 de noviembre una fecha “única” de recuerdo a los caídos por Francia en cualquier guerra.
El Parlamento sancionó posteriormente esa intención de Sarkozy, aunque precisó que eso no quería decir que el homenaje de noviembre vaya a sustituir a los demás homenajes que recuerdan a los franceses que dieron su vida por el país en otros momentos de su historia.
Asociaciones de excombatientes de otras guerras, como la Segunda Guerra Mundial, la de Indochina o la de Argelia, ya han manifestado su disconformidad con una iniciativa en la que ven el peligro de “diluir” en un recuerdo común las circunstancias específicas que hubo en cada contienda.
Y desde la llegada de Hollande al poder hay un nuevo motivo de polémica, que gira esta vez en torno a la iniciativa de recordar en 2014 tanto el comienzo de la “Gran Guerra” como el 70 aniversario del desembarco de los aliados en las playas de Normandía, que abrió la vía al final de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
“Las playas del desembarco no tienen nada que ver con las trincheras”, sentenció hoy en “Le Parisien” Denis Peschanski, historiador de la Segunda Guerra Mundial y director en el prestigioso Centro Nacional de Investigaciones de Francia (CNRS).
Peschanski incluso apreció que al reunir en una fecha la conmemoración de los dos acontecimientos, “se llegaría a considerar que al final el rasgo ideológico específico de la Segunda Guerra Mundial ya no existiría, y que la clave no sería ya la lucha contra el nazismo sino, por segunda vez, una guerra contra Alemania”.
Pero historiadores de la “Gran Guerra”, como Jean-Noël Jeanneney, en el mismo diario, se asombran de la mezcla de homenajes, puesto que en la fecha de 2014 solo ven la coincidencia con las dos contiendas en “el número cuatro” (por los años de 1914 y 1944).
Del lado oficial, el ministerio de Defensa estimó que la unificación de fechas tiene además razones biológicas: “es necesaria por la desaparición de testigos de la guerra de 1914-1918 y la desaparición ineluctable de los actores de los conflictos siguientes”. EFE