EL CAIRO. Un brote de fiebre amarilla provocó la muerte a 107 personas en las últimas seis semanas en la región sudanesa de Darfur, informó el martes la Organización Mundial de la Salud, que advirtió que la enfermedad podría propagarse a todo el país.

 

El número de muertes por la epidemia sigue en aumento y Sudán trabaja en una campaña de vacunación de urgencia. Las autoridades informaron la semana pasada que 67 personas habían muerto por el brote.

 

Se reportan más de 350 posibles casos desde finales de septiembre y más del 30% de las personas que presentaron síntomas han muerto, con firma el comunicado de la OMS.

 

Alrededor del 70% de los contagiados tienen menos de 29 años, según un comunicado publicado en conjunto con el Ministerio de Salud sudanés.

 

No existe una cura medicinal para la fiebre amarilla, que se transmite por los mosquitos. Los médicos atacan sus síntomas principales — deshidratación, fiebre, sangrado y vómitos— mientras el organismo resiste el paso de la infección viral. La OMS cree que más de 500 millones de personas en 32 países de Africa están en riesgo de contagio por fiebre amarilla.

 

Como parte del plan de urgencia, 2.4 millones de dosis de la vacuna contra la fiebre amarilla deberán llegar a la capital sudanesa la semana próxima, adelantó el doctor Anshu Banerjee, de la oficina de la OMS en Sudán vía telefónica.

 

Banerjee advirtió que los casos de fiebre amarilla “definitivamente se están propagando” por nuevas zonas de la remota región de Darfur, donde el gobierno de Sudán ha estado combatiendo a grupos rebeldes desde 2003. Más de 300 mil personas han muerto en el conflicto, que también complica los servicios de salud para muchos residentes.

 

Banerjee dijo que las fuertes lluvias de la temporada en Darfur facilitaron la reproducción de los mosquitos que portan el virus. El brote anterior de fiebre amarilla en Sudán, en 2005, mató a 160 personas en la región de Kordofán del Sur.